Dios hizo al colibrí.
Y con el barro que le sobró hizo al cóndor.
En el principio Dios no había pensado crear a la golondrina.
La creó porque supo que iba a haber poetas.
El Señor, que tanto ama a sus criaturas, hizo la Tierra para que el avestruz tuviera donde meter la cabeza.
El día que Dios creó al elefante tenía descompuesta la plancha.
El Señor hizo a los murciélagos para que los ratones pudieran tener ángeles.
¡Hasta mañana!..