Me habría gustado conocer a Giulietta Simionato.
Murió hace unos días, cuando le faltaban siete para llegar a los 100 años de su edad.
Fue ella una gran mezzosoprano, en opinión de algunos la mejor de la segunda mitad del pasado siglo. Yo tengo la pasión de la ópera, ese absurdo género en que los hombres y las mujeres cantan con un tósigo mortal en el estómago o un puñal clavado en el corazón. Varias veces oí a la Simionato, y anoche dediqué dos horas a escuchar las grabaciones que conservo de ella. Me emocioné al oír, como venida de otra dimensión, aquella voz hermosa, llena de matices, que lo mismo podía decir los sombríos dramas de Verdi que las alegres travesuras de Rossini.
Me habría gustado conocer a Giulietta Simionato. Con su vida puso amor y belleza en muchas vidas. Quien así vive, más de 100 años vive. Para siempre vive.
¡Hasta mañana!..