La estrella le dijo a su Creador:
- Te doy las gracias, Padre, porque me pusiste en lo alto, a donde los hombres no vuelven nunca la mirada. Me hiciste bella y luminosa, pero me apeno cuando alguien me mira, y aquí arriba los hombres no me ven.
Oyó el Señor lo que la estrella le decía, y pensó:
- ¡Qué humilde es!
El gusano le dijo a su Creador:
- ¿Por qué, Padre, me hiciste vivir bajo la tierra? Así los hombres no pueden ver mi cuerpo, tan sonrosado y leve, tan flexible.
Oyó el Señor lo que el gusano le decía, y pensó:
- ¡Qué soberbio es!
¡Hasta mañana!..