Tenía sonoro nombre: se llamaba María África Vidal de Santos Siles. Hija de español, nació en la República Dominicana. Tenía una belleza misteriosa, esa belleza que Hollywood describe como "exótica".
En su tiempo fue nombrada "La Reina del Technicolor". Hizo películas ambientadas en la Arabia de Las Mil y una Noches. Vi una la otra tarde: "Ali Babá y los 40 ladrones", y disfruté su absoluta falta de dotes para la actuación.
Después de brillar como una estrella se eclipsó. Tenía 33 años cuando sufrió un ataque al corazón en su bañera. Ahí murió. Ahora recibe el mejor homenaje que podía recibir: el del olvido.
Todo es pasajero, todo; pero la fama es aún más pasajera. Si recuerdo hoy a María Montez es sólo porque ya nadie la recuerda.
¡Hasta mañana!...