Se presentó sin aviso, y me dijo de buenas a primeras:
-Soy Tonto.
-No lo parece usted -le respondí-. El modo en que llegó sin que yo lo notara es prueba de gran inteligencia.
-Es que soy un piel roja -me explicó-. Nadie escucha nuestras pisadas, excepción hecha de nuestras esposas. Soy el amigo del Llanero Solitario. En inglés me llamo Tonto. Por obvias razones mi nombre en español se cambió a "Zorro".
-Y ¿en qué lo puedo yo servir? -le pregunté.
-Siempre ando con el Llanero Solitario -contestó-. Ni un momento jamás lo dejo solo. Y sin embargo él insiste en llamarse "El Llanero Solitario", como si yo fuera invisible, o no existiera. ¿No le parece que eso es un acto de discriminación contra mi raza?
Le dije que sí.Y me quedé pensando que Tonto es muy Zorro.
¡Hasta mañana!..