El padre Soárez charlaba con el Cristo de su iglesia. Le preguntó el Señor:
-¿Te gustan los juegos de palabras?
-No mucho -respondió el padre Soárez-. Pero seguramente tienes preparado alguno, y tendrá que gustarme, porque eres el patrón.
El Cristo pareció no oír aquello, y le dijo:
-¿Has observado que la palabra "Nada", al revés, se lee "Adán"? Si haces un poco de filosofía barata eso te dirá que el hombre es la negación de la nada. En su pensamiento se crea todo; si el hombre no pensara, las cosas no serían.
-¿Significa eso -preguntó el Padre Soárez- que el pensamiento humano es digno de respeto?
-Claro -dijo el Señor-. De hecho, yo lo respeto más que ustedes.
Eso dijo el Señor. Y el padre Soárez se quedó pensando.
¡Hasta mañana!...