A las 5 de la mañana el gallo cantó: "Qui".
Luego, a las 6, repitió: "Qui".
A las 7 hizo: "Ri".
Y eran ya casi las 9 cuando con otro "Qui" completó su tradicional "Quiquiriquí".
Tardó casi cuatro hora en cantarlo.
Le pregunté por qué había hecho eso. Respondió:
-Para mostrar la relatividad de la expresión: "En menos que canta un gallo". Hay veces que un gallo no canta en menos que canta un gallo.
Consideré atentamente esas palabras, y pensé que el gallo tenía razón. A esa conclusión llegué en menos que canta un gallo. Un gallo, quiero decir, que cante en menos que canta un gallo.
¡Hasta mañana!..