"En boca cerrada no entran moscas", dice el dicho.
Las moscas oyeron esa máxima, y convocaron a una urgente reunión. ¿Qué harían, se preguntaron con angustia, si todas las bocas se cerraban? Ya no podrían entrar.
Sus temores, supieron luego, eran infundados. Las bocas de los hombres no se cierran nunca. Se abren no sólo para comer: se abren, sobre todo, para hablar. Hablan los hombres -y las mujeres- siempre; hablan de todo; en todas partes hablan sin cesar. Olvidan la virtud santa y sabia del silencio; tienen la boca continuamente abierta para decir mil y mil cosas fútiles e inútiles.
Las moscas, pues, volvieron a la tranquilidad. Ya sosegadas, le hicieron un cambio a aquel proverbio. Ahora dice como siempre debió decir: "En boca cerrada no entran moscas. Pero no hay boca cerrada".
¡Hasta mañana!..
Felicidades a la Dirección de Limpieza municipal: cayó fuerte aguacero el domingo; amaneció la ciudad inundada y llena de tantos charcos y lodo que apenas se podía transitar. Sin embargo, para el martes al medio día la mayor parte estaba limpia, barrida y trapeada, como si nada hubiera pasado. Ese departamento sí está haciendo su trabajo.
Torreón es una ciudad plana, invertir en un drenaje pluvial sería costosísimo, casi imposible de financiar, pero mientras tenga buen mantenimiento así seguirá.
La Junta de Mejoras Materiales atendió bien la calle Guadalquivir, es decir quedó "bacheada". Dentro de lo que cabe al menos se puede circular con más confianza y seguridad, la ciudadanía lo agradece.
Muy avanzados los trabajos de demolición de la antigua Presidencia; nos gustaría conocer el calendario de obra de todo el trabajo.
Y en contra de lo comentado, la rotonda de SS Juan Pablo II sigue sin atención dando un triste aspecto. ¿Será que acaso también la piensan demoler para hacer una nueva?, porque esa técnica se está volviendo costumbre.