¿De dónde saca don Abundio su sabiduría? Es viejo en años, sí, y es hombre de razón y de razones, pero el saber que tiene parece de muchos siglos y de muchos hombres. Yo lo oigo hablar, y escucho en sus palabras resonancias del Conde Lucanor, del Arcipreste de Hita, de Espinel...
Se quejan las mujeres en las cocinas del Potrero, y en el patio los hombres mascullan su pesar. Hablan de las inundaciones; de la destrucción del camino; de lo difícil que es ahora encontrar lo necesario para seguir la vida. Alguien pregunta:
-¿Qué iremos a hacer?
Don Abundio le da un trago a su taza de té de yerbanís, y dice con sosegada voz:
-Al borrego trasquilado Diosito le mide el frío.
Eso quiere decir que cuando Dios no da, o cuando quita, al mismo tiempo ve por sus criaturas, de modo que puedan llevar su carga de sufrimiento o de necesidad. Es cierto: "Al borrego trasquilado Diosito le mide el frío".
¡Hasta mañana!..