Me habría gustado conocer a Henry Blanke.
Fue productor de cine en Hollywood, para la Warner Bros. Junto con Hal B. Wallis hizo películas extraordinarias, como "La vida de Emilio Zola", que ganó un Oscar.
Tuvo después problemas con la Warner. Los abogados de la empresa buscaron la manera de echarlo. Estudiaron su contrato, y vieron que el estudio no estaba obligado a emplearlo como productor. Aunque ganaba 2,500 dólares por semana, le dijeron que en adelante estaría a cargo del puesto de bolear zapatos. Pensaron que esa tremenda humillación lo haría renunciar e irse.
Al día siguiente el famoso cineasta llegó a las 8 de la mañana. Llevaba consigo una buena dotación de grasas, trapos y cepillos. Abrió el puesto, y se entregó con dedicación a su nuevo trabajo. "Fui el mejor productor -dijo-. Ahora seré el mejor lustrador de calzado".
Me habría gustado conocer a Henry Blanke. Sabía que la dignidad de un hombre no depende de los demás, sino de él mismo.
¡Hasta mañana!..