La oruga sintió que iba a morir.
Se convirtió en mariposa.
En el cálido vientre de su madre, el niño aún no nacido sintió de pronto que iba a ser expulsado de aquel mundo de tibia oscuridad donde se hallaba tan a gusto. Entonces nació a un mundo de luz, infinitamente mayor que aquel que había conocido.
Tener miedo de morir es como tener miedo de nacer. Hombres perversos nos inspiraron el temor de la muerte para medrar con él. No los oigamos más. La vida es eterna, y todos somos parte de esa eternidad.
Vivamos de tal modo que nuestro recuerdo viva siempre. Amemos, y nuestro amor hará que todo sea eterno.
¡Hasta mañana!..