Llegó de pronto, sin aviso, y me dijo de buenas a primeras:
-Soy la Ortografía.
Le pregunté, por broma:
-¿Con acento o sin él?
-Escríbalo como quiera -respondió-. Ahora, con las nuevas reglas de la Academia, parece que da igual.
Quise saber:
-¿En qué puedo servirla?
Respondió la Ortografía:
-Diga usted que soy una especie en vías de extinción.
Otra vez intenté bromear:
-"Extinción" ¿con acento o sin él?
Contestó ella:
-Como le dé la gana o como le de la gana. También si quiere, puede prescindir de las comillas.
Y asi disiendo la ortografia se alejo.
¡Hasta mañana!..