La serpiente ofreció a Eva la manzana.
Eva ofreció la manzana a Adán.
Y el hombre la comió.
Ardió el Creador en cólera divina. Tras maldecir a las creaturas las expulsó del Edén para apartarlas de su vista.
Unos días después le preguntó el Señor a Adán:
-¿Por qué comiste la manzana?
-Señor, -explicó Adán-. Tú hiciste la manzana. Tú hiciste la serpiente. Tú hiciste la mujer. ¿Yo qué podía hacer?
¡Hasta mañana!..