Llegó aquel hombre a las puertas del Cielo, y el Señor lo recibió. Le dijo el hombre:
-Sé que no me dejarás entrar en tu casa.
-¿Por qué? -le preguntó el Señor.
Respondió el hombre, avergonzado:
-Yo soy el posadero que no dejó entrar a tus padres en el mesón, la noche de Belén.
-Entra de cualquier modo -le dijo el Señor-. Mi casa es más grande que la tuya.
¡Hasta mañana!..