Hondo misterio es éste de la Encarnación.
El cristianismo funde en una sola naturaleza a Dios y al hombre. Dios se hizo humano para divinizar al hombre. El hombre, transido de divinidad, busca dar plenitud en él a la imagen y semejanza de su Dios.
He ahí el misterio de la Navidad: Dios viene a buscar al hombre, cuya más honda vocación es la búsqueda de Dios. En el portal de Belén se da ese trascendente encuentro.
Sean todos los días de nuestra vida una celebración del Dios que se hizo hombre, y una celebración también del hombre que quiere hallar a Dios. Sean todos los días de nuestra vida una continua Navidad.
¡Hasta mañana!..