LAS ÚLTIMAS declaraciones que hizo el líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados Francisco Rojas, sobre la manera y forma de cómo se seleccionará a los candidatos que representarán al Partido Revolucionario Institucional en las próximas elecciones para gobernador en doce entidades de la República, son importantes y ponen de manifiesto cuál es el pensar de la cúpula priista en estos menesteres.
COMO ES NATURAL el peor contratiempo que podría sufrir el tricolor, sería la división interna del propio partido al momento de seleccionar a sus candidatos a gobernador, pero también, al buscar candidatos a alcaldes en las capitales de las entidades y en sus ciudades importantes.
COMO LO DECLARÓ Francisco Rojas: “Los priistas ya aprendieron que cuando se desunen, los únicos capaces de derrotar al partido son los priistas, y por ello es necesario mantener la unidad para poder ir por el triunfo de los doce estados”.
EL SISTEMA QUE USARÁ ese partido para la selección de sus candidatos será el de candidatos de unidad y en algunos estados, como Durango, Oaxaca, Puebla y Tamaulipas, el sistema de Convención de delgados; en los demás estados se buscará consensuar a candidatos de unidad.
AMBOS SISTEMAS, por la experiencia que se tiene del pasado, tienen sus riesgos. La Convención de delegados podría tener como resultado que aquellos grupos de poder que puedan lograr más delegados (por el sistema o método que ustedes quieran) serán los ganadores. Bástenos recordar la última elección en el Estado de Durango en donde la manipulación de delegados logró finalmente el triunfo para uno de los aspirantes.
POR OTRA PARTE, la selección a base de consensos y candidatos de unidad usualmente deja muchos heridos en el campo de batalla que niegan sumarse al vencedor, lo que origina la división entre las fuerzas que compitieron. Al respecto tenemos varios ejemplos muy claros como el de Zacatecas y de Tabasco en donde los perdedores de la nominación (Montreal y López Obrador) que perdieron en una selección de candidatura de unidad, abandonaron el partido de origen.
EL MISMO PARTIDO de la Revolución Democrática que es un desprendimiento del PRI, se dio cuando una coalición de fuerzas políticas no estuvo de acuerdo con la candidatura de Carlos Salinas de Gortari. La historia nos relata otros desprendimientos de personajes del poder central por inconformidad con las postulaciones de su partido. Tales fueron los de Ezequiel Padilla, Miguel Enríquez Guzmán, Juan Andrew Almazán y José Vasconcelos entre otros y ello cuando existía el llamado “fiel de la balanza”.
EN AQUELLOS AÑOS los inconformes o rebeldes tenían que postularse por sí mismos al amparo de un partido político formado ex profeso y al vapor. En otros casos se retiraban tranquilamente a cuidar a sus nietos, pero ahora las cosas han cambiado y son muy diferentes. Tenemos un gran abanico de partidos políticos que recogen a los desilusionados del PRI, a quienes reciben y seguirán recibiendo para postularlos frente al mismísimo partido del cual desertaron.
ESA ES LA GRAN diferencia que vive ahora el PRI, de ahí que Beatriz Paredes y Francisco Rojas estén poniendo su mayor atención y cuidado en la selección por cualquiera de los medios a utilizar, más aún cuando ahora no existe el “fiel de la balanza”.
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