"Cumplir la Ley es mejor que hacerla". Thomas Jefferson (1743-1826)
Político y filósofo estadounidense
LA REFORMA DEL ESTADO Viene ocupando las principales páginas de los medios escritos y también de los electrónicos. Con ella se busca modernizar al Estado y las instituciones que rigen a este país. La reforma incluye, entre otros temas, la reestructuración del Poder Legislativo tanto del número de los miembros que lo integrarían, como sus atribuciones constitucionales.
EN MATERIA Electoral se habla de referéndum y de la segunda vuelta cuando el ganador en una elección presidencial lo haga con un mínimo de diferencia de votos frente a su oponente. Se trata también de reformar el sistema electoral actualmente a cargo del IFE. Se ocupa de la reelección de gobernadores, senadores, diputados y presidentes municipales, algunos de manera indefinida otros limitándose a un segundo período. Se ocupa además de la reforma judicial y de la administración de justicia, así como de la función punitiva o persecutora de los delitos por parte del Estado, esto entre otros muchos y variados temas.
NO CABE DUDA Que una reforma del Estado y de las instituciones tal y como la ha venido promoviendo con talento e inteligencia Porfirio Muñoz Ledo, lograría en lo general la modernización y actualización de este país, y su adecuación con las teorías y tendencias mundiales en materia de Gobierno e instituciones; pero uno se preguntaría: ¿Son en estos momentos una urgente prioridad?
LOS PROBLEMAS De nuestro sistema político y de gobierno no son las leyes ni sus instituciones. Nuestro problema histórico desde la independencia, pasando por la Reforma y hasta la Revolución es que el derecho vigente no se cumple ni el Estado lo hace cumplir. Nuestras instituciones no son la causa de que reine la impunidad en México. Por eso soy pesimista respecto del tema de la Reforma del Estado. Nuestro problema como pueblo consiste en que somos proclives a no cumplir con la Ley, y por otra parte, que el Estado tampoco está acostumbrado a hacerla cumplir. Este conjunto de omisiones nos da como resultado la impunidad y el no funcionamiento de nuestro Estado de Derecho.
NO SON Pues las instituciones las que urge cambiar. Más conveniente sería empezar por cambiar nosotros mismos, que cambiando nosotros, de manera automática funcionarían las instituciones y operaría un Gobierno de leyes.
CAMBIAR EL SISTEMA Mediante una Reforma del Estado poco ayudaría, porque sabiendo cómo somos, (gobernantes y gobernados) tampoco observaríamos las nuevas leyes y así, tampoco funcionarían las nuevas leyes ni las flamantes instituciones creadas.
PARA CAMBIAR Realmente a México, primero debemos cambiar nosotros. Nuestros tiempos, más que reformas al Estado, nos reclaman con verdadera urgencia las creaciones de empleos, el abatimiento de la criminalidad y la impunidad y el crecimiento económico; lo demás nos llegaría por añadidura.
Comentarios:
Gaasoc@hotmail.com
