OTRA PARTE, Mirando A Fondo / Doña Isabel Miranda De Wallace Digna y valerosa mujer que perdió uno de sus hijos después de que fue secuestrado por una banda de asesinos, ha seguido en su lucha por la aplicación del derecho, en contra de la impunidad y denunciando la ineficacia de las autoridades para resolver los problemas de inseguridad que azotan al país.
DENTRO DE ESA LUCHA En contra del crimen y sus consecuencias en agravio de las víctimas inocentes, ha presentado a la Cámara de Senadores una iniciativa para que se establezca la obligación por parte del Estado, de reconocer el importe de los pagos por concepto de rescates de personas secuestradas, como deducible de impuestos frente al fisco.
LA IDEA SIN DUDA ES NOVEDOSA, Pero tiene puntas y aristas que darán mucho tema para el debate. Por una parte, aun reconociendo la muy particular naturaleza del crimen del secuestro, miedo y sufrimiento impuesto a los familiares de la víctima, también es verdad que de aceptarse una medida de esa naturaleza, tendría que considerarse también respecto de otros tipos de delito como la extorsión, chantaje, robo, fraude y similares en donde la víctima ha perdido de una u otra manera parte de su patrimonio las más de las veces por la negligencia de las autoridades.
Esto sería una manera de perdonar o justificar al Estado, su incapacidad para cumplir con la obligación que tiene, de proporcionar seguridad a la población y también, de una u otra manera, de perdonarle al Gobierno su incapacidad para perseguir, detener, acusar y poner ante un juez a los asesinos para que se les imponga la ley.
PENSAMOS QUE Esta no sería la solución. Para reducir la criminalidad sería necesario que las autoridades tomaran en serio su función de garantes de la seguridad de todos. Que el Estado y sus órganos de prevención y aplicación de la Ley, actúen en verdad como tales y se imponga el Estado de Derecho.
NADA O MUY POCO Han hecho las autoridades al respecto. La población vive con miedo al ver que en cualquier momento se puede desatar una balacera a plena calle sin que nadie haga algo para evitarlo. No se detiene a nadie no hay consignaciones, presentación de presuntos responsables ante los jueces, no hay inteligencia ni investigación, en pocas palabras no hay nada.
EN ESTAS CONDICIONES No creemos que la deducibilidad del importe del pago del rescate por los secuestros venga a resolver la ola de criminalidad que nos ahoga, por el contrario, institucionalizaría el secuestro como uno de los elementos deducibles de impuestos, lo que sería una verdadera aberración.
SOLAMENTE CUANDO Las autoridades hagan correctamente lo que las leyes les obliga, se podrá llegar a componer las cosas en este atribulado México.
