Otra Muestra Más del apoyo a la opacidad en las actividades del Gobierno Federal, especialmente de la Procuraduría General de la República, es la resolución dictada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación con motivo de la reforma del Artículo 5º. de su Ley Orgánica.
COMO CONSECUENCIA De la reforma a esa Ley Orgánica aprobada por siete votos contra cinco por los ministros de la Corte, la Procuraduría únicamente quedará obligada a proporcionar información a la Comisión Nacional de Derechos Humanos: "en aquellos casos en que no se ponga en riesgo las investigaciones en curso o la seguridad de las personas".
LA REFORMA Otorga a la Procuraduría una enorme zona jurídica de discrecionalidad, ya que será ella y únicamente ella, quien dirá qué información puede o no poner en riesgo una investigación o en peligro la seguridad de las personas.
CON ELLO LA COMISIÓN Nacional de Derechos Humanos queda material y jurídicamente impedida para obtener información en aquellos asuntos en donde, no obstante que pudiese haber derechos humanos violados, la Procuraduría considerará que se pone en riesgo la secrecía de la investigación o en peligro la seguridad de las personas.
ESTE SEXENIO Que podría calificar como el de la violación de los derechos humanos, se ve reforzado con la reforma. La realidad es que por una u otra causa vivimos tiempos de miedo y zozobra. Al estado de cosas que padece el país, se deberá aumentar las alertas emitidas por el Gobierno norteamericano, en el sentido de que La Laguna es una zona peligrosa y no visitable o que viajar por las carreteras de Monterrey a Laredo o Reynosa sería por cuenta y riesgo de los propios desventurados viajeros.
EN CADA ESQUINA Un retén de soldados y policías enmascarados apuntando amenazantes a los pacíficos ciudadanos; domicilios allanados sin orden de cateo y lo que es peor e históricamente inusitado; el Ejército mexicano haciéndola de agente investigador, de persecutor de delitos del orden común y deteniendo personas sin orden de aprehensión.
ESTAMOS CIERTOS De que la población hasta llegaría a admitir la violación de sus garantías individuales, siempre y cuando se viesen resultados reales y la criminalidad fuese a la baja; pero por desgracia esto no es así, por el contrario, los delitos aumentan y proliferando como mala yerba por todos los rumbos y ciudades del país. Únicamente en lo que va de este sexenio se han cometido más de 17 mil crímenes sin que uno solo de ellos haya sido debidamente investigado y resultó como para poner a los homicidas ante un juez.
ALGUIEN NO ESTÁ Haciendo bien su trabajo y menos lo hará, si se le protege con un manto de opacidad y discrecionalidad que finalmente en nada ayudará a combatir el crimen y la impunidad.
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