EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

MIRANDO A FONDO

Nada más cruzar la línea y todo es paz

VÍCTOR GONZÁLEZ AVELAR

Dentro De Un Desorden y como consecuencia de un fuego cruzado entre sicarios del crimen y el Ejército Mexicano, dos jóvenes estudiantes se sumaron a las estadísticas terribles de muerte que ha venido dejando esta guerra que parece no tener fin y que por el contrario aumenta en intensidad todos los días.

 EN ESTA OCASIÓN Fueron dos estudiantes de posgrado el Instituto Tecnológico de Monterrey campus Monterrey, que cayeron abatidos por las absurdas y estúpidas balas producto de un encuentro de "ellos contra los otros". Se trató de Javier Francisco Arredondo Verdugo, de 24 años, originario de Baja California Sur, y Jorge Antonio Mercado Alonso de 23 años, de Saltillo, Coahuila, quienes murieron el pasado viernes durante un enfrenamiento entre grupos armados y efectivos militares frente a las instalaciones de la institución.

 JÓVENES PLENOS De ilusiones que soñaban vivir en un México como el que vivieron sus padres, siguen pagando su cuota de sangre en esta lucha frontal de los proveedores en contra del Estado mexicano. ¡Cuánto muerto, cuánto crimen y descabezados para que unos pobres infelices puedan comprar en tiempo y forma su droga! !Cuánto terror para que unos desadaptados estén en condiciones de consumir tranquilamente en sus guaridas y domicilios la tan anhelada cocaína!

 Y ES QUE EN Esta terrible guerra las autoridades no quieren o no han podido entender la otra punta de este problema que tiene a nuestro país de rodillas: los consumidores de enervantes. Se nos olvida que mientras haya demanda de adictos habrá necesariamente proveedores. Esta es una de las leyes más definitorias de la economía; la Ley de la oferta y la demanda. Aun si llegaran a desaparecer todos los cárteles de la droga, por una Ley natural de la economía aparecerían otros nuevos para satisfacer la demanda de los adictos.

 LA MAYORÍA DE LAS SOCIEDADES Del mundo están aceptablemente tranquilas, siempre y cuando su población adicta sea debidamente atendida y surtida en tiempo y forma con la droga que consumen (Francia, Inglaterra, España, Italia), pero el ejemplo más claro que tenemos a la vista y que nos negamos a reconocer, es el de nuestros vecinos del norte, los Estados Unidos de Norteamérica. Con 25 millones de adictos y cientos de miles de narcotraficante que ahí operan, no tienen ni el uno por ciento de nuestra problemática en esa materia. Basta con cruzar una línea de 30 metros para comprobar que haya, no pasa nada, todo está tranquilo, todos consumen, todos compran, todos venden muy tranquilos y felices. Desde El Paso hasta Chicago la droga va y viene feliz y contenta. La guerra perra es la que aquí estamos librando.

 EL EJÉRCITO NORTEAMERICANO No ha tenido la necesidad de salir a las calles. Tampoco en sus ciudades son acribillados decenas de ciudadanos o estudiantes cada día. Como cosa de verdadero milagro al cruzar la droga la línea fronteriza ésta desaparece, y con ella, todos sus terribles problemas, para llegar a ser comprada en paz y con tranquilidad por nuestros ávidos vecinos.

 ¿CUÁNDO PODRÁN Nuestras autoridades entender este asunto tan fácil y elemental de comprender?

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 510059

elsiglo.mx