Los Mexicanos Hemos perdido la capacidad de asombro. Suceden tantas y tan terribles cosas en este país que ya nadie puede llamarse a engañado. Todo esto viene a colación con motivo del espectáculo organizado por unos vivillos al pie de la Gran Pirámide de Chichén Itzá en Yucatán.
NOS ESTAMOS REFIRIENDO A la presentación del músico, pianista y cantante Elton John, traído por un por un grupo de vivillos y que según la crónica de un periodista de los llamados de sociales, narró cómo fueron las cosas: "El artista reconocido a nivel mundial, interpretó más de 20 temas ante el público de México y de otros turistas venidos de los Estados Unidos, América Latina y hasta de Europa".
SIGUE LA CRÓNICA:..." Así como frente a personalidades de la política, la cultura, el espectáculo y una pléyade de embajadores de los más lejanos y exóticos países". Así las cosas, esa fue una noche de triunfo para nuestra nueva clase social, aquella que alguien llamó a principios del siglo XX, la "sociedad pulquera", en razón de que sus fortunas provenían de la explotación del pulque en sus enormes haciendas en los estados de Tlaxcala e Hidalgo principalmente.
LOS PRECIOS De las butacas estaban a la altura de esa nueva clase social trepadora y soberbia, que ha sabido aprovechar y explotar a placer el país y a su población. En la sección llamada VIP Platino los precios andaban por los $15,000 pesos la silla. Si a esto le sumamos los boletos de avión, transportes, hoteles y gastos en chuchulucos, ya se han de imaginar lo que estos representantes de la nueva clase económica que domina nuestro país, debió dilapidar por el puro gusto de ver al regordete cantante.
PERO LAS QUE SÍ DIERON Un triste espectáculo, fueron las llamadas autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a quien los vivillos le metieron 3,500 más espectadores de los autorizados en el contrato con el INAH. De esa irregularidad el INAH notificó a los directivos del Patronato Cultural, pero éstos hicieron caso omiso y al momento sus empleados empezaron colocar más sillería hasta abarrotar el área. (¿De a cómo debió ser el billete atorado?)
EL ASUNTO No tiene la mayor importancia, pero sí pone de manifiesto y por enésima vez, la impunidad que reina en este país en todas sus aéreas de Gobierno, cuando cualquier mercachifle puede burlar la ley y no pasa nada. Es una muestra más de cómo en este país cada quien puede hacer lo que le venga en gana, al margen del derecho y aun sobre las propias autoridades, que como en este caso y en otros muchos, parecen ser de mentiritas, chiquitas e impotentes para hacer cumplir leyes y reglamentos.
SI NO PUEDEN Poner en orden a unos simples mercachifles como los que trajeron al señor Elton John, ¿Cómo vamos a creer que podrán poner el orden en otros campos que realmente sí son espinosos como los asuntos del Crimen Organizado?
COMENTARIO AL MERGEN: Como va la investigación sobre la muerte de la pequeña Paulette Gebara Farah, no sería difícil que nos salgan con que la niñita se suicidó.
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