A LOS PROBLEMAS Que tiene el país con motivo del crimen organizado, se viene a sumar ahora la nueva Ley antiinmigrante que aprobó el Congreso Local del Estado de Arizona, y que ha levantado, en justicia, todo tipo de comentarios, calificaciones y descalificaciones y reproches:
LOS MIGRANTES Piden se cierre la frontera mexicana con el Estado de Arizona; Otros demandan un gran boicot en contra de la economía de Arizona que la llegue a quebrantar y asfixiarla. La jerarquía de la Iglesia Católica exige al Gobierno más acción en este tema. La comunidad latina que radica en los Estados Unidos arremete contra de tan perversa Ley y finalmente todos los partidos políticos y el mismo Congreso de la Unión, se rasgan la vestiduras pidiendo se queme en leña verde a la gobernadora y a los diputados locales de aquel estado, por haber aprobado y promulgado respectivamente, tan arbitraria Ley.
PRIMERAMENTE Deberíamos poner los pies sobre la tierra: la legislatura local del estado de Arizona está en su derecho de aprobar las leyes que ellos estimen convenientes y en ese punto, desde una simple visión constitucional, el Gobierno mexicano no tiene ninguna atribución para exigirle al Legislativo no aprobarla o modificarla. Se trata de un acto soberano en ejercicio de sus atribuciones constitucionales.
YA NOS PODRÍAMOS IMAGINAR , nosotros los mexicanos siempre tan sensibles y de piel tan delicada cuando pensamos que se está atentando en agravio de nuestra "soberanía", ¿Cómo reaccionaríamos si una Ley aprobada por cualquiera de nuestros estados de la república fuera anatemizada por el Gobierno Federal, por la cámara de senadores y de representantes de los Estados Unidos de Norteamérica?
LA LEY COMENTADA Es a todas luces abominable e inconstitucional, y estamos ciertos que las demandas y recursos que interpongan los grupos de lucha en Arizona y en todos los Estados Unidos, llegarán finalmente hasta la Suprema Corte de Justica de aquella nación, en donde sin lugar a dudas, será echada para abajo. Mientras tanto los latinos harán lo que se deba hacer para defenderse, como siempre han sabido hacerlo por muchísimos años.
PERO LO QUE Sí podría pegarles en el meritito estómago, sería que allá y acá, hiciéramos un boicot para que no compráramos los productos o servicios de Arizona. Los grupos de lucha podrían divulgar tanto en los Estados Unidos como en nuestro país, una lista de los productos industriales que se manufacturan o producen en el estado de Arizona, para que ningún latino los compre.
ESO SÍ LES PODRÍA Doler en verdad y además sería un camino muy eficaz en esa lucha, en tanto se resuelve la inconstitucionalidad de una Ley que criminaliza a los hombres por su simple apariencia, tal y como legisló Adolfo Hitler en la Alemania nazi con relación a los judíos.
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