Diego Fernández De Cevallos El polémico y discutido abogado fue secuestrado el viernes pasado por la noche en el rancho de su propiedad "La Cabaña", ubicado en el Municipio de Pedro Escobedo en el Estado de Querétaro.
SE TRATA DE UNO MÁS, Entre los cientos de "levantones" y secuestros que han sufrido miles de mexicanos, delitos que se han ido al archivo del olvido; pero el secuestro que se comenta reviste una relevancia muy especial por tratarse de quien trata.
DE CUALQUIER MANERA Este hecho criminal viene a ensombrecer aún más, la vida de este país inmerso por ahora en una guerra contra del crimen organizado y también en contra del desorganizado, delincuencia que en cualquier momento y lugar se manifiesta como parte ya de la vida cotidiana de los mexicanos. Por desgracia -y esto ya es un tema de preocupación- los mexicanos ya nos estamos acostumbrando a los muertos y a los decapitados. Estos hechos son ya cosa común en la vida de todos, tal como son los resultados del futbol.
LOS DELINCUENTES Que privaron de su libertad al ex candidato panista a la Presidencia de la República en el 1994, saben perfectamente los efectos mediáticos y políticos que el hecho delictivo tendrá y de cómo impactará éste en la sociedad mexicana en su conjunto. Además conlleva un siniestro mensaje al Gobierno y a la clase política del país.
COMO SE DESPRENDE Del hecho, la delincuencia ya está subiendo su mira y ahora apunta a personajes de la vida nacional que tienen especial relevancia. Esta es sin duda una muy mala señal para todos, pues podría ser el principio de una escalada de violencia que buscaría deteriorar la estabilidad del país y crear un estado de miedo y psicosis que afectaría vida institucional del país.
DE LO QUE SÍ PODEMOS Estar ciertos, es que la mayoría de los mexicanos tiene la convicción que el Gobierno de Felipe Calderón parece no poder ni podrá ganar una guerra que inició sin saber a ciencia cierta hasta dónde podría llevarnos. Por otra parte, el Ejército metido ahora a Policía, se dedica a propinar los llamados "piñatazos" o simplemente a desfilar enmascarado a bordo de camionetas por calles y avenidas; montar retenes en donde confunden a familias y madres cargando a sus hijos por sicarios o delincuentes; a disparar en contra de civiles inocentes o en contra de simpatizantes en campañas políticas como fue el estúpido incidente con partidarios del candidato priista al Gobierno de Chihuahua.
DE CUALQUIER MANERA El secuestro del "Jefe" Diego prende las luces rojas en una sociedad exacerbada y atemorizada, que observa impávida y paralizada la incapacidad de investigación y de inteligencia de los comandantes de esta guerra, que ni siquiera pueden ubicar a los delincuentes que desaparecen como por arte de magia y se vuelven invisibles después de haber cometidas sus fechorías.
PERO COMO SE VEN Las cosas, es indudable que vamos mal, pero el secuestro de Diego Fernández de Cevallos pone las cosas peor.