El Sistema Municipal De Aguas Y Saneamiento (SIMAS por sus siglas), es una empresa de todos los habitantes de esta ciudad. Es una empresa que proporciona el servicio más vital y necesario para poder convivir en sociedad: se trata del agua potable.
DE SU BUEN ESTADO Financiero depende el que todos podamos tener en nuestro domicilio el vital líquido en tiempo y forma. De su estado financiero depende que como por un acto de magia, podamos darle la vuelta a la llave y como por arte de magia fluya el agua cristalina.
DE SU SALUD Financiera dependerá también que con un simple jalón a la manija del sanitario, salga el desecho humano a los sistemas de drenaje para ser depositados a decenas de kilómetros de nuestros hogares.
POR ESTOY por muchas otras razones que sería prolijo detallar, el servicio del agua potable y el drenaje, son los servicios primordiales para la existencia de los asentamientos humanos. Con una sola semana que estos servicios se suspendieran, la angustia se apoderaría de todos y las enfermedades infecciosas diezmarían la población.
DE AHÍ QUE Todos debemos cumplir con el pago de los servicio de agua y drenaje. Actualmente el 98 por ciento de la población es morosa en el pago del agua. Más de 70 mil usuarios del sistema deben dinero a SIMAS por el consumo domiciliario y comercial, lo que representa más de 180 millones de pesos lo que tiene en números rojos a la empresa.
TODA ESTA Problemática que afecta a SIMAS, la pone en el predicamento de quebrar, endeudarse o en buscar el apoyo financiero del Gobierno del Estado de Coahuila o del mismo municipio y que en última instancia serían cubiertos con más impuestos para todos.
LA EXISTENCIA Y operación de un sistema de aguas y saneamiento es tan importante, que podrían dejar de funcionar casi todas las instancias de gobierno, pero lo que sería inimaginable es que la población no contara con agua o los servicios de drenaje.
SI POR UNA PARTE Somos tan exigentes con las autoridades para que cumplan con sus deberes, por otra parte también nosotros debemos cumplir con nuestras obligaciones de usuarios y consumidores de los servicios de SIMAS.
Cuidemos lo que tenemos y que con enorme esfuerzo y dinero construyeron los torreonenses. Si no pagamos el agua que consumimos, cÓmo podremos exigir a los otros que sÍ cumplan, muy especialmente al gobierno.
