PARECE QUE EN ESTE país no tenemos para cuándo acabar. El año 2010 ha sido sin duda el de la polarización de los mexicanos y el de la irritación social de todos y cada uno de los sectores de la vida nacional.
NOS HEMOS CONVERTIDO en un campo de batalla debatiendo los muchos y diferentes temas que ocupan la atención de los ciudadanos pendientes del estado que guarda el país. Tenemos muchos meses metidos en el asunto de las bodas gay: que si son o no válidas, que si son o no contra natura: que si deben o no existir; o por el contrario, que son la solución al problema de las preferencias sexuales, y así hasta el infinito. Cardenales, curas y primados se han metido en una polémica estéril que polariza a los mexicanos, aunque en este último caso, se trata del burro hablando de orejas (remember al Padre Maciel).
POR OTRA PARTE, el secretario de Educación Pública y el de Salud se han enfrascado en un tema que reviste carácter bizantino, esto es: si sacan o no de las cooperativas escolares los alimentos "chatarra", un tema sobre el cual aún tienen dudas en un país que ocupa el ¡segundo lugar mundial en obesidad y el primer lugar mundial en infantes gordos!
POR OTRO LADO, los medios y los mexicanos siguen ocupados en si el Ejército viola o no los derechos humanos en su lucha en contra del crimen organizado; o si es verdad, como lo asegura la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que los militares se siguen llevando entre las botas las garantías individuales de los ciudadanos bajo la justificante de: "ustedes perdonen"; o si el Ejército debería o no de ser encerrado nuevamente en los cuarteles.
OTRO PUNTO QUE viene polarizando a la opinión pública es el de: Si el "Peje" aceptará o no los dineros que le ha ofrecido el dictador inmortal Fidel Castro Ruz y el pintoresco Hugo Chávez, para su pre-campaña presidencial en 2012 y por cualquier partido, como él lo ha venido anunciando.
Y COMO SI TODO esto no fuere suficientes para polarizar a los mexicanos, ahora nos sale -y a última hora- el presidente Calderón con el candente tema: "Habrá que debatir si se legalizan o no las drogas".
LA HISTORIA nos lo ha enseñado y siempre lo hemos pagado muy caro: País dividido, país vencido.
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