NO OBSTANTE de que algunas personas opinan que la corrupción es única y absoluta, que no tiene grados ni niveles, la corrupción puede llegar a alturas inimaginables. Todo esto viene a colación con motivo de la red de corrupción que desmanteló la Secretaría de la Función Pública en la Secretaría de Educación Pública.
EN ESTA RED de corrupción participaban más de 190 funcionarios y empleados. Estos angelitos a la chita callando, como dicen los estudiosos de la lengua castellana, operaban de esta manera: simulaban compras directas con facturas de supuestos pagos de lentes y aparatos ortopédicos para los más pobres de los pobres de este país, los indígenas de México; aparatos y equipo visual que nunca llegó a sus manos.
ESTOS LADRONES estaban asignados a la Dirección General de Educación Indígena de la SEP, y parece que ya fueron sancionados administrativamente por la propia Secretaría de la Función Pública inhabilitándolos hasta por 29 años y por haber dañado al erario en un monto de 3.9 millones de pesos.
ESTE GRUPO DE BRIBONES, además vendía facturas y certificados médicos falsos al módico precio de $400.00 a $800.00 pesos. La banda estaba integrada principalmente por Yolanda Leonila Rodríguez inhabilitada por 29 años, LuisWence Ángel, profesional de análisis especializado y Graciela Gutiérrez Calderón, especialista técnico, además de otros 11 empleados involucrados que podrían llegar a recibir sanciones similares. Los delincuentes usaron facturas apócrifas de proveedores de lentes y de aparatos ortopédicos, así como de recetas que no fueron expedidas por el ISSSTE para justificar el pago indebido de dichas prestaciones.
Tras una auditoría, las facturas no fueron reconocidas por los supuestos emisores y los certificados llevaban nombres y firmas falsos de médicos que carecían de sellos oficiales y en el ISSSTE en donde no existían los expedientes médicos.
COMO SE PODRÁ VER, la corrupción que ahoga a este aporreado país, se encuentra en todas y en cualquier parte. Qué bueno que la Secretaría de la Función Pública haya detectado este pozo de corrupción, pero aún faltan muchos de ser erradicados, pero qué malo que todo haya quedado en una sanción administrativa y no se les haya fincado responsabilidad penal ni la obligación de restituir las cantidades defraudadas.
LO QUE NO TIENE nombre, es que estos corruptos hayan dañado a cientos de indígenas, los mexicanos más pobres de entre todos los pobres de este país, a quienes nunca llegaron ni en forma ni en tiempo, los lentes y los aparatos ortopédicos a que tenían derecho.
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