POR LO QUE se está viendo, la candidatura del Marcelo Ebrard por el PRD a la Presidencia de la República empieza a tomar forma de manera seria y cumpliendo con cuidado los cánones y los requisitos políticos que este tipo de aspiraciones debe cumplir.
POR LO PRONTO ya anunció una serie de giras políticas por todo el país, para presentar un programa de gobierno a nivel nacional, que basado en el que ha venido desarrollando como Jefe de Gobierno en el Distrito Federal, ahora pondrá a consideración de los electores del resto del país, programa que en muchos aspectos ha sido exitoso en la Ciudad Capital del país.
EL INICIO DE LA campaña de Marcelo Ebrard ha sido hasta el día de hoy fácil y como para él, pero sin duda le esperan días muy difíciles antes de lograr a llegar a su aspiración de candidato.
POR LO PRONTO tendrá que estructurar una serie de alianzas de intereses con las diversas tribus del PRD, que es como meterse en un verdadero laberinto de ambulantes, clientelismo de taxistas, posesionarios, con los Bejaranos, las Padiernas, los Imaz y toda una serie de alimañas que han sido el sostén electoral del partido del Sol Azteca en el D.F., pero aún le queda resolver lo más difícil para poder llegar a cumplir su ambición: Andrés Manuel López Obrador.
AL DÍA DE HOY se puede considerar que Marcelo Ebrard cuenta con la simpatía de unas fracciones importantes del PRD, con el Partido Convergencia, con el Panal y quizá hasta con la maestra Elba Esther Gordillo. Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, está apuntalado por el Partido del Trabajo y por millones de electores que aún creen en su mensaje mesiánico y autista, (quizá hasta 5 millones de votos).
PONIÉNDONOS EN NÚMEROS, de una u otra manera Marcelo Ebrard haga lo que haga y viaje lo que viaje, finalmente perdería su aspiración a ser presidente de la República por una sencilla razón: el efecto AMLO le quitaría a Marcelo hasta cinco millones de votos. En estas condiciones Marcelo jamás podría llegar a tener la votación suficiente como para vencer al PAN o al PRI. Siendo así las cosas, la llamada izquierda mexicana volvería a cometer su ya acostumbrado y constante error histórico: dividirse.
EN POLÍTICA nada sucede por casualidad. Si Marcelo ya derrotó materialmente a Andrés Manuel López Obrador como el candidato del PRD y la Izquierda Única a la Presidencia de la República, sin duda AMLO con sus muy probables 5 millones de votos como candidato del PT para el 2012, sería la causa directa de la derrota de Marcelo en los comicios de 2012. No ganaría AMLO, pero tampoco Marcelo.
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