UNO SE PREGUNTA ¿pero en qué tipo de país estamos viviendo? ¿Que le sucedió a este nuestro pobre México? Las anteriores reflexiones nos vienen a la mente con motivo de las declaraciones que hizo el día martes en la Ciudad de Tijuana el secretario de Gobernación Francisco Blake Mora, recomendándoles a los paisanos que con motivo de la Navidad y del Año Nuevo vienen desde Estados Unidos para estar unos días con sus familias. El señor secretario no tuvo la menor vergüenza de hacer la siguiente recomendación: ¡Mejor hay que viajar en caravana para una mayor seguridad! Parecería que los paisanos se están internando en zona de guerra, en Irak o en Afganistán.
ESTA RECOMENDACIÓN hecha a los paisanos lleva dos mensajes implícitos: primero que únicamente viajando en bola se podrán defender con mayor seguridad de las arbitrariedades, asaltos, extorsiones y amenazas por parte de las autoridades del Gobierno Federal apostadas como verdaderos buitres en retenes, carretera y casetas. El otro es el reconocimiento explícito, público y a los medios de que las carreteras del país no garantizan seguridad alguna para las familias mexicanas frente al crimen que se pasea impune por autopistas y carreteras.
ESTE PUNTO de la inseguridad en las carreteras poco tiene que ver con el narcotráfico. La realidad es que el crimen organizado ya impuso al Gobierno Federal panista la inseguridad en las carreteras como un hecho que ahí está y es incontrovertible. La declaración del responsable de la política interior del país reconoce que el Gobierno ha perdido el control de las vías carreteras y que viajar por ellas representa una verdadera temeridad, lo que nos obliga a viajar en "caravana". Ni en los perores tiempos de inseguridad del siglo XIX los mexicanos tuvieron que viajar en caravanas por aquellos polvorientos caminos reales que comunicaban las poblaciones de nuestra incipiente nación. (remember los Guardias Rurales).
SE HA SEÑALADO por los estudiosos del fenómeno criminal, que el narcotráfico es solamente una de sus manifestaciones. Existen 22 nichos delictivos en donde opera el crimen organizado y el desorganizado. Los más conocidos son el secuestro y extorsión de personas, la "piratería" de discos y videos, el robo de camiones de carga con mercancías, la "ordeña" de los ductos de Pemex, la pornografía infantil, la trata de mujeres para prostituirlas, el tráfico de indocumentados, la venta y el tráfico de órganos, el asalto en plena carretera, las bebidas adulteradas y el servicio de sicarios por contrato, sólo por mencionar los más significativos.
EL GOBIERNO FEDERAL está haciendo su guerra en contra del narcotráfico, guerra que todos esperamos se gane finalmente; pero no es posible que el Estado pierda el control de las carreteras y las vías de comunicación. Nada más falta que el crimen, como ahora lo hace en las carreteras, gobierne también los aeropuertos y el señor secretario Blake Mora nos salga con la recomendación: hay que llegar también a los aeropuertos en "caravana".
EL GOBIERNO ESTÁ obligado a garantizar la seguridad de todos los mexicanos y habitantes en este país. Si en algún lugar debe haber seguridad es en las carreteras. No se vale que ahora nos salga el señor secretario con el peregrino argumento de que como ellos no pueden garantizar el tránsito pacífico y seguro por las vías de comunicación, debemos todos viajar en bola.
