Ambrosio se deleitó con los vestidos de la mexicana Alexia Ulibarri. AGENCIAS
Un ángel ha pisado suelo mexicano con su gran belleza y todo su garbo; es la famosa top model Alessandra Ambrosio, quien llegó a nuestro país para brillar en la pasarela del evento en Cancún que se realizó el fin de semana en esta cálida ciudad.
El ángel de Victoria Secret supo seducir al público de este evento -sobre todo al masculino- con diversos diseños que lucieron su espléndida figura y sus torneadas piernas.
Entre ellos estuvieron las prendas de Alexia Ulibarri, con las que quedó fascinada asegurando que "se llevaría alguna de ellas a casa".
Ambrosio confesó su amor por México y lo enriquecedor que para ella es visitar este país. "Estoy honrada de estar en México; hace dos semanas estuve en Tulum, después de trabajar en una sesión especial para Victoria's Secret. Me encanta ese lugar; con la marca he conocido, lugares hermosos como Los Cabos y otros donde hemos tenido diferentes locaciones", dijo.
Se confiesa una gran admiradora de los diseñadores mexicanos y espera que pronto el mundo entero conozca más de la esencia de la creatividad latina en el rubro del diseño de moda.
"Ojalá que la gente en el mundo pueda valorar el trabajo de los diseñadores latinoamericanos y que su inspiración sea llevada a todos los sitios y admirada como merece", afirmó.
Es una apasionada del color y sabe que eso puede encontrarlo en nuestro país, además de la calidez especial de su gente, a quien admira.
"Me encantan los diseñadores mexicanos, toda la ropa que me probé para el show me fascinó, especialmente los vestidos de Alexia Ulibarri; en cuanto me los probé, quedé encantada", dijo la famosa modelo.
UNA "SEX SYMBOL" UBICADA En cuanto a cómo luce su cuerpo y en especial su rostro, lo que le ha valido el status de símbolo sexual, Ambrosio confiesa que es parte de su oficio.
"Sólo hago mi trabajo, no me siento tanto una 'sex symbol', me gusta verme bien y sexy ante la cámara, ya lo que la gente opine ¡está bien!".
Alessandra recientemente fue mamá de un niño, lo que ha representado para ella una de las experiencias más bellas de la vida, pero después de esto tuvo que enfrentar grandes retos para mantener su espectacular figura.
"Dos meses después de que tuve al bebé tenía un show de Victoria's Secret y me tuve que someter a una rígida dieta, además de hacer una hora de cardio diaria; no helados, nada de grasas, todo para recuperar la silueta".
Ella dice tener los pies en la tierra y defiende su estilo personal ante todo, la moda es algo que la apasiona.
"Sí, debo confesar que soy una víctima de la moda y ¿cómo no serlo si la respiro?; pero, a pesar de esto, trato de mantenerme con los pies en la tierra; eso sí, cuando veo ropa para mi hijo, me derrito y lo compro", afirma.
Además, añadió que no se siente de la generación vieja de las modelos de Victoria's Secret, "ya que hay algunas con una trayectoria mucho más larga dentro de la marca".
INGENIO Y COLOR Al evento de moda en Cancún, que se llevó a cabo en las instalaciones de conocido hotel, acudieron un gran número de personajes del mundo de la moda, el espectáculo y de la sociedad mexicanos, quienes pudieron apreciar las creaciones de los diseñadores Alexia Ulibarri, Clara González, Gustavo Moscoso (Ecuador), Victorio y Lucchino (España), Esteban Cortázar (Colombia) y Cocolat, para la temporada primavera verano 2011.
La música de mambo dio pie a la pasarela de Ulibarri, quien mostró una interesante colección denominada "El sueño de un cuadrado o Planilandia", y se trata de "un romance de muchas dimensiones", pues la geometría y el amor son los protagonistas de esta propositiva colección.
Utiliza siluetas de la época de 1800, combinándolas con cortes de los años 20s y 50s. Vimos desde románticos encajes hasta estampados digitales que representan un mundo bidimensional.
Por su parte, Clara González presentó su antología inspirada en la paleta de colores del artista René Magritte.
Una línea elegante compuesta por telas metálicas y basada en el arte del origami. Pero la elegancia de las prendas que se mostraron en su desfile no iba de acuerdo con la música a ritmo de cha cha chá, ya que desentonaba con todo el concepto de las piezas.
Esteban Cortázar mostró una mujer con un toque andrógino pero con una especial sofisticación parisina.
La paleta de colores se basa en los negros y grises y entre los diseños presentados destacan algunos pantalones de piel, minidresses, chamarras de cuero y pantalones pitillo con aplicaciones de cierres a la altura de la pantorrila que semejaban botas integradas.
Por otro lado, los españoles Victorio y Lucchino desplegaron una marcada sensibilidad por su cultura andaluza, retomando detalles de la "maja española" en accesorios y siluetas, mezclando su pasión por la naturaleza y el color.
Así aparecieron vestidos largos de gran caída con aplicaciones de flecos, y algunos drapeados que daban un toque de originalidad y añadían el más puro romanticismo a cada vestido.
Gustavo Moscoso apostó radicalmente por el uso del color en prendas para hombre en las que destacaban pantalones morados con sacos verdes del tipo del personaje del Guasón, de Batman. Sobresalieron interesantes estampados de ramas, en sacos color blanco y negro, además de shorts y corbatas en tonos vivos. Casi al final, vimos el trabajo de Macario Jiménez, que en conjunto con conocida empresa dedicada a la mensajería, se arriesgó a crear siluetas de alta costura pero elaboradas en papel, cartón y plástico, en vestidos que desafiaron al fuerte viento de Cancún durante la pasarela y resistían al movimiento. La originalidad y la geometría fueron las invitadas de honor de esta noche amenizada por el cantante dominicano Juan Luis Guerra.