Los forros de los sacos de la colección están inspirados en la bandera mexicana. UNIVERSAL
México, DF. El diseñador hondureño Carlos Campos ha creado su más reciente colección a ritmo de la tambora, el Cielito Lindo y el Son de la Negra.
Es todo un juego de formas y colores, es México su inspiración y sobre todo el mariachi, del cual toma siluetas y detalles típicos aplicados en una propuesta urbana elegante y contemporánea.
Se trata de su colección otoño-invierno 2010 que presentó recientemente en la pasarela del Moda Nextel 2010 celebrado en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
En el evento, Carlos Campos realizó un interesante despliegue de originalidad con acentos nacionales.
"Siempre es un placer estar con amigos y traer nuevas propuestas. Ésta es una colección de otoño 2010 inspirada en la película El Mariachi, con Salma Hayek y Antonio Banderas y viene de la idea de todo lo que encierra la cultura mexicana", dijo Campos.
La línea cuenta con 38 looks en verde, gris, seda, algodón y lana, que en esta ocasión la reinterpretación del mariachi se ha logrado de una manera sutil.
"Me la he pasado mucho tiempo en México y ya era hora de hacer una colección que halagara a la cultura mexicana y también es una forma de agradecerle... México me ha dado mucho; esta nueva propuesta marca una pauta en mi carrera, era el momento preciso y justo" afirma Carlos, quien radica en la ciudad de Nueva York, y quien también ha participado en importantes escenarios de la moda en el ámbito internacional. El creativo aplicó colores verdes y rojos por dentro de los forros y además tomó elementos que se emplean para confeccionar el traje de charro, como es el caso de los broches que en ese atuendo se usan en la solapa y al lado de los pantalones. Éstos los ha colocado sutilmente como parte de la botonadura.
"Cuando ves a un mariachi por la tele es otra cosa, pero cuando tienes un mariachi enfrente resulta impactante ver toda la cantidad de detalles que traen consigo. Al confeccionar estos diseños quitamos algunos elementos que se estilan en la charrería y los pusimos delicadamente en otro. Tenemos mucha construcción en cada pieza y hacemos muchas cosas a mano lo hicimos de forma diferente".
LA MUJER DE CAMPOS Para el diseñador la mujer enfundada "charra" resulta toda una explosión de sensualidad y carácter.
"Yo siempre vi a la mujer como la novia del mariachi. Al chico vestido de charro es muy varonil y sexy y muy hombre, muy seguro de sí mismo; la mujer es aún más sexy y la reinterpreto con vestidos cortos con aplicaciones en los hombros donde resalta su personalidad, y vas a encontrar también una gama de colores aplicados de una manera diferente.
"En mi colección el hombre y la mujer llevan el pantalón ajustado con campana hacia abajo, las faldas son muy apretadas, y las usamos con medias negras con silueta alargada", dice el hondureño.
Carlos piensa que a finales de año llegará a una alianza importante con algunos compradores para poder introducir su firma en nuestro país.
Para él no ha sido fácil mantenerse y las complicaciones son todo un reto que ha sido interesante desafiar todo el tiempo y dice estar agradecido con la vida y se considera una persona sencilla.
"Soy un diseñador que no tiene las ideas más maravillosas del mundo, sino que tiene una idea y trabaja con ella hasta que lo vuelve algo nuevo".
ARQUITECTO FRUSTRADO En días pasados Campos vivió una de las mejores experiencias de su vida, que fue trabajar al lado del afamado arquitecto español Santiago Calatrava.
"Mi colección de primavera estuvo inspirada en la arquitectura. En ese tiempo estaban buscando a un diseñador para que colaborara con la celebración de los 50 años del New York City Ballet en Lincon Center y a su vez invitaron al arquitecto Santiago Calatrava a diseñar la escenografía".
"Me dijeron que si podía colaborar con el vestuario para el montaje que se realizaría de la obra Estancia y acepté. Es la historia de los gauchos en Argentina, la obra tenía color, ritmo, mucho movimiento y brillo", describe.
En esta labor, Carlos tomó detalles de la época de los años 40, para los personajes y la protagonista, una chica que trabajaba en una hacienda y que se enamora de un joven de la ciudad.
"Él está súper vestido, muy elegante con un traje gris, una corbata bien delgada un sombrero con el pelo hacia atrás, y eso tenía que ser muy detallado. Además interpretamos a personas vestidas de caballos y fue muy divertido", dijo.
Al estar diseñando el vestuario convivió con Calatrava y compartió diferentes puntos de vista. "Yo soy un arquitecto frustrado, todos los patrones que hay en la colección yo los hago, amo la arquitectura", expresa el creativo quien está por presentar su colección Nueva York.
