El estadounidense Bret Carr, hijo de la multimillonaria Gail Posner, quien falleciera el pasado mes de marzo, reaccionó molesto después de que su madre le dejara su casa de 7 millones de dólares y la cantidad de 25 millones de dólares a sus tres perros, al asegurar que esta decisión habría sido tomada bajo los engaños de sus empleados, ya que él sólo habría recibido un millón de dólares.
Carr, según el canal 10, interpuso una demanda en un tribunal del condado de Miami-Dade (Florida) en la que afirma que el personal doméstico de su madre la engañaron y supuestamente la motivaron a modificar el testamento.
Trascendió que a pesar de las sospechas del hijo, la difunta dejó claro el uso que se le debería dar a su fortuna, al señalar que su decisión se debió a que quería que a su chihuahua y a sus otros dos perros se le siguieran comprando los mejores collares, vayan a los más exclusivos centros de belleza canina y sigan paseándose en autos de lujo, tal y como lo habían hecho a lo largo de su vida.
