Autoridades en Texas informaron hoy que monitorean el derrame de petróleo en el Golfo de México, ante la posibilidad de que la mancha de crudo provocada por la explosión en una plataforma pudiera desviarse hacia las costas de esa entidad.
Unos cinco mil barriles de petróleo emanan cada día del pozo submarino ubicado a unos 80 kilómetros de las costas de Louisiana y que fue dañado la semana pasada por una explosión que destruyó su plataforma y dejó a 11 trabajadores desaparecidos.
Katherine Cesinger, vocera de la Oficina del Gobernador de Texas, Rick Perry, dijo que el derrame es monitoreado por funcionarios del Centro de Operaciones de Emergencias de Texas.
Cesinger aseguró que no existe una amenaza inmediata a las costas y playas de Texas, pero indicó que la entidad 'está lista para cualquier llamada de ayuda' de abastecimientos o personal.
La secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, anunció este jueves en Washington, que el derrame de petróleo ha sido declarado como un evento de 'importancia nacional', lo que permitirá al gobierno federal estadunidense destinarle recursos de todo el país para tratar de controlarlo.
Dependiendo de las condiciones del clima, se estima que las primeras manchas de petróleo comenzarán a llegar a las costas de Louisiana la tarde-noche del viernes.