Monstruosa, pero amigable

En sus años de estudiante de secundaria, Stefani Joanne Angelina Germanotta, mejor conocida como Lady Gaga, no se habría imaginado que llegaría a llenar estadios, imponer moda y causar controversia por su forma de ser, porque sólo era una alumna aplicada de la escuela católica del Convento del Sagrado Corazón, en Nueva York.

"En esta etapa yo era una chica muy diferente, no se me ocurrían las locuras de hoy. Hace unos meses me encontré a dos maestras de ahí y me dijeron que les daba mucho gusto mi éxito, pero que me tapara más, que no enseñara tanto", recuerda en entrevista la intérprete de Bad Romance y Monster.

Asegura que no se arrepiente de haber cambiado su ingreso a la prestigiada Juilliard School, en Manhattan, por el colegio privado donde sus profesores le enseñaron los valores de la amistad y la bondad.

"Aprendí muchas cosas ahí, pero si me tuviera que quedar con algo en específico, sería con que ahí comprendí lo importante que es compartir, ser desprendido de las cosas y la amistad. La amistad es uno de los tesoros más importantes, eso es seguro", dice.

Ante los comentarios que muchos de sus fans han puesto en su Web site, www.ladygaga.com, de que ella es la versión mejorada y femenina de Marilyn Manson, sólo acierta a reírse.

"Varias veces me lo han dicho, me cae bien, pero yo soy yo. Creo que he destacado por mi estilo, no soy copia de nadie. A la gente le gusto o me odia, nada más", comenta la estrella de 23 años, quien promociona el disco The Fame Monster.

Con burbujas de plástico en el torso, decenas de ranas René en el cuerpo, tacones de medio metro, pelucas de "moñito" y hasta en silla de ruedas y con muletas, Gaga ha llamado la atención, no sólo por cómo se viste, sino por su estridente forma de cantar.

Lady Gaga comenzó su carrera, formalmente, a los 19 años, cuando el productor RedOne le echó el ojo cuando ella tocaba en un piano bar y la invitó a hacer una canción, que finalmente se llamó Boys Boys Boys.

Después la llevó al sello Def Jam Recordings (Universal Music, en México) y ahí consiguió un contrato que tardó un año en concretarse.

Cantó en cabarets, bares y clubes de la Gran Manzana hasta que le llegó la oportunidad de concluir The Fame, que fue editado en 2008 y el cual presentó, mundialmente, en el concurso Miss Universo de ese año.

"Ese show fue muy significativo, fue mi debut. Poca gente me conocía y no sabía qué esperar. No estaba nerviosa porque no tenía presión, no había tanta gente sobre mí. Me sentía emocionadísima, muy contenta de poder arrancar.

"Soy una chica muy orgullosa de sus raíces, de Manhattan, de lo que hecho, de haber iniciado desde abajo y, aunque sé que es un cliché, si a alguien le debo agradecer es a cada uno de mis fans que han comprado mi disco y que me han pedido en el radio y me han visto en concierto".

Su primera oportunidad comercial la recibió de parte del diseñador Steve Madden, con quien se asoció para promover su trabajo y con quien lleva una muy buena relación.

Admiradora de Frida Kahlo y de la cultura latinoamericana, Lady Gaga declina dar detalles sobre el "Alejandro" que inspiró la canción que lleva este nombre porque dice, es una historia pública en una canción, pero a la vez privada para ella.

"Ojalá hablara más español, me encantaría grabar algo en español", exclama la recién ganadora de dos premios Grammy.

 AGENCIA REFORMA

Como toda una dama

Como su nombre real no es muy comercial, Lady Gaga buscó alrededor de seis meses el ideal para que la gente la conociera y gracias al productor Rob Fusari, fue que dio con el que ahora es famosa, el cual es una combinación de lady (dama) y la canción Radio Gaga, de Queen.

"Es loco ¿no? Jamás pensé que llegaría a estas dimensiones, mucha gente me conoce como Lady Gaga. Ahora hasta compartir el escenario con Elton John (en los pasados Grammy) es un honor que no cualquiera puede presumir. Lo siento como si fuera un aval, un maestro que, por el hecho de aceptarme junto a él, ya me da 'la buena calificación para la graduación'".