Carlos Adrián Morales estuvo destrozado hace seis meses, cuando se le escapó a Santos Laguna el título del Bicentenario 2010, en la que ni el presidente albiverde, Alejandro Irarragorri, pudo consolarlo. (Foto de Ramón Sotomayor C.)
Tiene más que una espina clavada en lo personal, así como una cuenta pendiente con Rubén Omar Romano y toda la afición santista, pero Carlos Adrián Morales, se muestra valiente y está decidido a contribuir, para lograr la cuarta estrella de los Guerreros y la primera para su técnico.
"Deseo ver a Rubén (Romano) feliz, nosotros vamos a ser los encargados de verlo así, o verlo otra vez destrozado como hace seis meses en Toluca. Para mí sería quitarme una losa, algo pesado, esa estaca que tengo dentro, verlo a la cara y decirle que se ha logrado lo que añoramos tanto él, como yo y el resto del plantel".
Pero el carrilero por izquierda albiverde, espera una final dura, complicada y muy pareja ante los Rayados del Monterrey, ya que los equipos finalistas junto a Cruz Azul, fueron los mejores en el torneo.
"La liguilla la hemos jugado de manera inteligente, así que lo debemos hacer esta noche, hay que aprovechar jugar en casa y llevarse una ventaja aunque sea mínima, sería muy importante".
Dijo que tiene una revancha en la misma instancia de la final, pero también disfruta el momento, porque en 13 años como profesional y a sus 31 de edad, será su octavo juego por el título y el cuarto consecutivo con Romano.
"Es un gran orgullo llegar al partido final, estoy feliz, porque hace seis meses estaba destrozado, pero hoy el futbol me ha puesto otra vez en esta instancia, la estoy disfrutando junto a mi familia, mis hijos, mi esposa.
Estoy feliz, orgulloso de la institución en la que estoy, de los compañeros que tengo, qué más le puedo pedir al futbol, nada, simplemente disfrutar, gozar y entregarme al cien por ciento".
Morales está convencido de que va a ser una final muy pareja y complicada, pero ha visto declaraciones de su estratega y coincide con las mismas, ya que a pesar de que son un equipo con bastante experiencia, cada vez vamos madurando más.
No vaciló en el instante, cuando se le cuestionó si en la final hay tanda de penales: "Si se presenta la oportunidad, tiraré el penal, en todo el torneo no lo practiqué, pero hoy (ayer) lo hice. Los retos son lo importante de la vida, a lo mejor hay nervios, pero sin temor de tirarlo, al contrario, lo haría con mucho orgullo, el deseo y el alma de sacarlo adelante".
Al jugar tantas finales en el balompié nacional, al michoacano solamente le resta transmitir a sus compañeros mucha entrega, tranquilidad y confianza, pero eso quedaría de lado, ya que mencionó que son un grupo que tiene hambre y ganas de borrar lo que sufrieron hace seis meses, así como convencidos de lo que quieren.
"Antes de pensar en el domingo y levantar la copa, tenemos los primeros 90 minutos en casa, donde el resultado será muy importante para la vuelta".
Aceptó que con los Guerreros, se respira un sentimiento triunfalista, pero están tranquilos y disfrutando del momento que anhelaron desde la pretemporada, aunque sin excesos de confianza.
"Hay que buscar ganar, aunque sea por la mínima ventaja. Cuando tengamos las opciones de gol, debemos liquidar, para que no nos pase lo de Toluca", concluyó el jugador.
