Ningún beneficio trae para la ciudadanía la necia disputa entre las autoridades de los distintos niveles de gobierno. Detrás del golpeteo político siempre suele estar el interés de los grupos en el poder, nunca el interés de la ciudadanía. Los torreonenses sabemos muy bien de esto, puesto que durante cuatro años fuimos testigos y víctimas de los pleitos estériles que el ex alcalde panista José Ángel Pérez sostuvo con el gobernador priista de Coahuila, Humberto Moreira Valdés. La sociedad fue la gran perdedora de ese absurdo conflicto.
La misma censurable actitud rijosa asumida por el ex presidente municipal de Torreón frente al Gobierno del Estado, la ha adoptado ahora Moreira frente al Gobierno Federal, encabezado por el panista Felipe Calderón Hinojosa. Y es censurable no porque se deba permanecer callado frente a lo que se considere como actuar indebido por parte de un gobierno, sino por la forma como suelen hacer crítica uno de otro los gobernantes de colores diferentes; es decir, sin argumentos suficientes y con una fuerte carga de visceralidad, lo que hace que la afrenta no pase de berrinche escandaloso o ruidosa bravuconería.
En los últimos días, el titular del Ejecutivo estatal ha subido el tono de sus reproches a la Presidencia de la República. El 10 de mayo, Moreira dio una rueda de prensa en el Palacio Rosa de Saltillo en la que manifestó su inconformidad por el quinto aumento en el año del precio de la gasolina y el diesel. Encima del escritorio frente al que habló a los medios de comunicación, el mandatario coahuilense colocó pequeños letreros con mensajes como "Qué triste regalo del Día de las Madres: otro gasolinazo" y "¡Ya basta! Que paren el alza a los precios de los combustibles". Dentro de sus declaraciones, lanzó el cuestionamiento "¿Cuánto es y en dónde está el dinero que recauda el Gobierno Federal por los incrementos a los precios de las gasolinas y el diesel?", y acusó a la administración de Calderón de "no distribuir como lo prometió los ingresos extraordinarios a estados y municipios", afectados por la crisis económica.
La respuesta llegó al día siguiente, cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que las 32 entidades federativas se habían visto beneficiadas por los "gasolinazos" al haber recibido en el primer trimestre de 2010, en conjunto, más de 5 mil millones de pesos. Según la dependencia federal, dicha cantidad representa 45.7 por ciento más de lo percibido por los estados por concepto de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en el mismo periodo de 2009.
Pero, como era de esperarse, el gobernador no se quedó callado. El 12 de mayo, aquí en Torreón, declaró: "Miente, miente y miente la Federación. Te mandan un peso y te quitan 20, es un juego perverso". Pero también dijo que "Coahuila no ha recibido ni un cinco del 'gasolinazo' y se los puedo demostrar". Además, Moreira criticó la "lentitud" del Gobierno Federal en la entrega de recursos para, dijo, "después acusarnos de caer en subejercicio".
La contestación de Hacienda a este nuevo señalamiento se publica hoy en la portada de El Siglo de Torreón. A través de un comunicado, la Secretaría desglosa las participaciones entregadas a Coahuila en el primer trimestre del año. En resumen, la dependencia federal afirma haber dado a esta entidad 5.2 por ciento más (145 millones de pesos) de lo estimado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el citado periodo en lo que respecta al Ramo 28, que incluye el IESP. En cuanto al Ramo 33 (gasto social), Hacienda asegura haber transferido a Coahuila 185 millones de pesos más que el primer trimestre de 2009. ¿Quién miente en este tema? Hay que esperar la respuesta que seguramente dará esta semana el gobernador, quien dijo poder demostrar que Coahuila "no ha recibido ni un cinco del 'gasolinazo'".
Pero no sólo el tema del dinero ha sido motivo de conflicto. El 11 de mayo pasado Moreira acusó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de poner trabas en la autorización de su proyecto de construcción del Metroparque en el lecho seco del río Nazas. Dijo, molesto, que la citada dependencia "se ha estado oponiendo a un parque que va a ser un símbolo estatal y regional como si algo le molestara... nada más ha estado jode y jode, chingue y chingue".
Dos días después, el subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat, Mauricio Limón Aguirre, en entrevista con El Siglo de Torreón, negó que la Secretaría estuviera trabando el proyecto e, incluso, declaró que el Gobierno Estatal había entregado "hace apenas dos días" el estudio sobre el encauzamiento del río, "solicitado desde el 22 de abril". Nuevamente surge el cuestionamiento: ¿quién es el que miente?
El tema de la seguridad no se queda fuera de la controversia. Un día antes de su reunión aquí en Torreón con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, el mandatario estatal dio a conocer su lista de "reclamos". Declaró que le iba a "pedir cuentas" al encargado de los asuntos internos del país y a exigirle "que nos regresen a los federales y nos expliquen por qué huyeron (...) a Ciudad Juárez para hacer anuncios comerciales". El viernes 14 de mayo se llevó a cabo el encuentro entre los funcionarios que terminó sin compromisos concretos.
En medio de tanta belicosidad, cabe la pregunta: ¿en qué contribuye a mejorar la calidad de vida de la sociedad tanta disputa y todo este encono? El cuatrienio de José Ángel Pérez aportó una respuesta al respecto.
Frente a los grandes problemas que enfrenta la ciudadanía, lo mínimo que ésta espera de sus gobernantes es coordinación y seriedad, lo que hasta ahora ninguno de los tres niveles de gobierno ha mostrado. Y el gobernador Moreira, con su rijosidad, en nada contribuye a la concordia y sinergia necesarias para plantar cara a la crisis y la delincuencia, y para impulsar proyectos que redunden en la mejora de la situación de la población. Más bien parece que quisiera justificarse para no asumir la parte de responsabilidad que le toca.