Prisioneros que se amotinaron en una penitenciaría en el noreste de Brasil degollaron a nueve presos y mantenían como rehenes a cuatro empleados, mientras las autoridades iniciaban negociaciones.
El vocero del gobierno de Maranhao, Ribamar Cunha, dijo que seis de los muertos fueron decapitados.
Un empleado fue herido de bala al comienzo del motín, que el martes llevaba 24 horas. Se le trataba por sus heridas en un hospital en Sao Luis.
Los presos de la penitenciaría de Sao Luis se quejan de la sobrepoblación del establecimiento, y piden mejor agua y alimentos. La cárcel, con capacidad para 2 mil presos, tiene en la actualidad unos 4 mil.
El jefe de seguridad del estado encabezaba las negociaciones, con la presencia de abogados y defensores de derechos humanos.
