El padre Víctor Verdín, como cada año, tuvo a su cargo la bendición de cascos y motos de miles de pilotos llegados desde gran número de ciudades de México. El acto tuvo como escenario la Casa Madero de Parras de la Fuente, Coahuila.
Joel Flores Maltos
La ciudad de Parras de la Fuente vivió justo hace una semana un par de días inolvidables, al efectuarse por quinto año consecutivo la "bendición de cascos'', misma que reunió a más de cuatro mil motociclistas de diferentes partes de México y Estados Unidos, quienes una vez más se hicieron presentes en el "Oasis Coahuilense'' para recibir la bendición del sacerdote Víctor Verdín, todo un personaje dentro del mundo del motociclismo.
La actividad en Parras de la Fuente inició desde el sábado 30 de enero por la mañana, cuando arribaron los primeros motociclistas procedentes de Querétaro, Nuevo Laredo, Monterrey, Ciudad Juárez, León, Chihuahua y de diferentes regiones de Coahuila, quienes fueron ocupando los hoteles de la ciudad, además de dar vida a los campamentos instalados y finalmente recibiendo la acogida por las familias parrenses, que abrieron las puertas de sus casas para dar hospedaje a los visitantes.
Así, la jornada sabatina transcurrió con un interminable arribo de visitantes, de otras regiones de México, quienes recibieron todo tipo de facilidades para su ingreso e instalación en la ciudad.
Por la noche, en el Centro de Convenciones de la ciudad se realizó la reunión de bienvenida, donde se congregaron todos los motociclistas y convivieron entre sí y con la población de Parras de la Fuente. El reencuentro de los amigos de la carretera fue un común denominador en esta concentración, la cual fue amenizada por un grupo musical que interpretó música de los 50's, 60's y 70's.
A la vez, se contó con una muestra de artículos y accesorios propios de los motociclistas, la cual estuvo a cargo de artesanos y comerciantes llegados de varias partes del país. Los visitantes pudieron disfrutar también en el lugar del tradicional vino, dulces y antojitos de este "pueblo mágico''.
Para el domingo 31, la gran concentración se vivió en las instalaciones de la Casa Madero, donde al mediodía se efectuó la misa de acción de gracias y la "bendición de cascos'' para los motociclistas que a lo largo de todo el año recorren las carreteras del país.
La eucaristía fue encabezada por el sacerdote Víctor Verdín, quien es ampliamente conocido por los motociclistas, al ser un simpatizante de esta actividad mediante la cual se promueve el turismo y los lugares más bellos de México.
Durante la ceremonia, las instalaciones de la Casa Madero resultaron insuficientes para dar cabida a la totalidad de los motociclistas, que sin embargo, sí recibieron la bendición.
Por la tarde, a todos los visitantes se les ofreció una gran discada, platillo tradicional del norte de México que fue servida en un sitio que fue adaptado para recibir a los motociclistas y sus familias.
José Chavira, directivo del Moto Club Nómadas de La Laguna y fundador de esta actividad, reconoció la participación de cientos de cuatrimoteros, quienes cubrieron las rutas Cola de Caballo, Nuevo León-Parras, Monclova Parras y Torreón-Parras, para arribar luego de un largo viaje a campo traviesa el sábado 30 a la ciudad y estar presentes en la ceremonia del domingo 31.
El directivo agradeció a empresarios y funcionarios públicos que dieron todo su apoyo para esta concentración, entre ellos: Claudia Moreno (Protur de Parras), Jesús Martínez (Hotel Rincón del Montero), Evaristo Madero y Benjamín Fuentes (alcaldía de Parras), Miguel Lara Rodríguez (Cruz Roja Mexicana), Alfonso Cárdenas (Casa Madero), así como directivos alumnos del CBTA No. 21 de esta ciudad, sin dejar de lado a los habitantes de la ciudad, quienes una vez más se hicieron presentes en esta concentración con hospitalidad.
