Un ataque suicida el miércoles mató al jefe de la fuerza policial paramilitar en Pakistán y a otras cuatro personas, un atentado que puso fin a una relativa pausa en la violencia en una ciudad que es escenario frecuente de acciones del Talibán.
Sifwat Ghayur, jefe de la Policía de la Frontera, un cuerpo de 25.000 miembros, es uno de los más altos funcionarios de seguridad muerto en un ataque extremista en el país.
El ataque en Peshawar se produjo en momentos en que el noroeste batalla para recuperarse de devastadoras inundaciones que han matado a 1.500 personas y afectado a millones, que ahora buscan ayuda del gobierno.
Socorristas trataron frenéticamente de extinguir las llamas que envolvieron a varios automóviles en los minutos siguientes a la explosión, ocurrida cerca de un mercado en el centro de Peshawar que había sufrido atentados similares a finales del año pasado, pero había estado en una relativa calma en los últimos meses.
Además de Ghayur murieron su chofer y tres guardaespaldas, dijo Shafiula Khan, un alto funcionario policial. La explosión hirió a otras 11 personas, dijo.
El ataque fue grabado por una cámara de seguridad, y las imágenes muestran al atacante caminar hacia el vehículo de Ghayur en medio del tráfico y detonar sus explosivos. La explosión sacudió varios autos parados ante el semáforo, y dejó al jefe policial pegado a su asiento y calcinado.
Otro hombre muerto en el ataque estaba tendido en la acera, con los intestinos salidos y dos piernas destrozadas. La que se piensa es la cabeza del atacante suicida fue hallada en la calle.
La Policía de Frontera es una fuerza paramilitar que opera en todo el país en apoyo a las fuerzas policiales regulares.
