Atentado. La bomba se encontraba dentro de un recipiente.
Una niña de dos años murió y al menos otras veinte personas resultaron heridas, incluidos dos turistas extranjeros, en un atentado registrado en la ciudad india norteña de Benarés del que se ha responsabilizado el grupo islamista "Muyahidín Indios".
La explosión tuvo lugar en torno a las 18:20 horas locales en el Shitla "ghat" (escalinata que desciende al río), cuando acababa de concluir un rito religioso hindú en la zona, informaron fuentes gubernamentales, citadas por distintos medios indios.
De acuerdo con las primeras pesquisas policiales, la detonación se debió a "un artefacto explosivo que había sido aparentemente ocultado en una grieta" de la escalinata donde cientos de personas estaban sentadas.
Tras el atentado se originó una estampida entre los presentes, lo que según los autoridades provocó que el número de heridos aumentase.
"Ha sido una explosión de baja intensidad, ocurrió en torno a las 18:20 horas. Entre tres y cuatro personas resultaron heridas. A continuación, pudo haber una estampida y como resultado otras 15 o 20 personas resultaron heridas. Por lo tanto, entre 20 y 25 heridos", declaró el ministro indio del Interior, G.K. Pillai.
La víctima mortal, una niña de dos años de edad identificada como Sarita Sharma, falleció en el hospital, mientras que entre los heridos hay al menos dos turistas extranjeros, uno francés y otro italiano, según la versión de la Policía local.
"El Gobierno condena el intento de un grupo desviado de interrumpir la paz y la armonía", afirmó Pillai, quien pidió calma a la población.
A este llamamiento se unió el primer ministro indio, Manmohan Singh, quien aseguró a la prensa que "los terroristas no conseguirán triunfar".
El atentado "es un intento de debilitar nuestro compromiso de combatir a las fuerzas del terrorismo", subrayó Singh.