Investigación. Elementos de la Policía Ministerial Federal, antes AFI, iniciaron una investigación para apoyar a la Procuraduría General de Justicia en el caso de la matanza del penal. EL SIGLO DE TORREÓN
Durango
Catorce horas después que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informara que el saldo final de la riña en el interior del Centro de Readaptación Social (Cereso) No.1 de Durango era de 23 reos muertos, fue encontrado otro cadáver en el interior de una celda.
El interno hallado sin vida la noche del mismo miércoles, de un balazo en el pecho, era originario de Veracruz y había sido militar.
Agentes federales, estatales y municipales revisaron la tarde del miércoles celda por celda en un operativo especial, pero nunca encontraron armas de fuego, según lo confirmó el procurador de Justicia Daniel García Leal.
Por su parte, Carlos García Carranza, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), señaló que ya se investigan las probables deficiencias por parte de la administración del Cereso Uno.
Agregó que en las investigaciones también se pretende establecer las probables responsabilidades que pudieran tener los custodios y los directivos del Cereso de la capital duranguense.
Son varios los testimonios en torno a que el ataque en contra de un grupo delictivo antagonista al que predomina en el interior del penal se inició antes de las 7:00 de la mañana, cuando se supone que las celdas están cerradas, aunque las autoridades insisten en que la violencia comenzó minutos después de la citada hora y el código rojo se activó cuando ya los 24 estaban muertos, por lo que a la llegada del Ejército y de los policías ya todo estaba bajo control.
A las 21:00 horas personal de El Siglo de Torreón estuvo en las afueras del penal cuando policías de diferentes corporaciones estaban terminando de revisar las celdas y de acuerdo a lo informado por los agentes todo estaba normal, mientras que Noel Díaz, titular de la Dirección de Readaptación y Prevención Social, se encontraba en una reunión en el interior del penal y aseguró que no podía atender a los representantes de la prensa.
Otro misterio fue el uso del arma de fuego con que mataron al reo número 24, pues aunque agentes federales, estatales y municipales revisaron celda por celda nunca encontraron la pistola según lo confirmó García Leal. Cabe mencionar que la primera versión otorgada por la autoridad fue que los internos sólo había utilizado objetos punzocortantes.