Rosita Arredondo.
Gran consternación causó el deceso de doña Rosita Arredondo de Rincón, pilar de una generación de grandes empresarios y destacadas mujeres duranguenses, cuya cualidad es el trabajo honesto y tenaz así como creer en su tierra.
Doña Rosita Arredondo de Rincón fue compañera y esposa de don Miguel Rincón Arredondo y juntos educaron e inculcaron el valor del trabajo a sus hijos: Miguel, José Antonio, Mayela, Jesús, Ignacio, Wilfrido, Martín, Martha y Rosita, quienes teniendo como ejemplo a sus padres se destacaron hasta formarse hombres y mujeres de bien.
Doña Rosita, mujer hogareña, con un gran don de gentes y calidad humana, forjó en su familia la unión y el respeto entre sus hijos así como el valor de la preparación y trabajo.
Al fallecer su esposo, doña Rosita centró su vida en sus hijos, nietos y bisnietos, siempre cerca de ellos.
Sus cuerpo fue velado en la sala Espíritu Santo de Funerales Hernández y una misa de cuerpo presente en el templo de Nuestra Señora de Fátima y del Carmen en Durango. Sus restos descansarán al lado de su esposo.