El británico Robin Mortimer falleció tras una sesión sadomasoquista con una reconocida sexoservidora.
El diario británico The Mirror dio a conocer la historia de Robin Mortimer, un hombre de 58 años relacionado al mundo del automovilismo, quien falleció en el pueblo de Brecht, Bélgica, después que tuviera una sesión sadomasoquista con un par de prostitutas.
Tras el hallazgo, la policía procedió al arresto de las mujeres, resultando que una de ellas era Lucrezia, quien es considerada la sexoservidora más pervertida y dominante de Europa, mientras que la otra fue su asistente.
El fallecido, propietario de RPM Motorsport, parece haberse sometido voluntariamente a las sesiones de sexo de Lucrezia, que se presenta a sus clientes advirtiendo que "las sesiones pueden durar desde una hora hasta tres días. "Soy sádica, inteligente y perversa. En mi naturaleza, soy una sádica de la peor especie", se define Lucrezia en la red.