Dos integrantes de una banda de secuestradores murieron desangrados en el interior de una patrulla de la Policía Federal, luego que unos 400 pobladores de Ascensión, intentaron quemarlos vivos -lo cual fue impedido por elementos del Ejército- y después se opusieron a que recibieran atención médica.
Luego de apresarlos, la turba enardecida decidió cobrar justicia por propia mano y linchar a los dos plagiarios, quienes fallecieron tras recibir impactos de bala en un enfrentamiento con los lugareños.
De acuerdo con fuentes al interior de la Policía Federal y de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, los hechos comenzaron alrededor de las 08:45 horas, tiempo local, en este poblado de unos ocho mil habitantes que se ubica a 190 kilómetros al oeste de Ciudad Juárez, cuando cinco hombres intentaron secuestrar a una niña de siete años, quien aparentemente es sobrina del regidor priista Noel Dolores Loya Lozano.
Al percatarse de lo ocurrido, vecinos persiguieron a los plagiarios por calles del pueblo; otros habitantes se unieron en el intento de liberar a la menor. Los cinco secuestradores al momento de intentar irse por una brecha a un kilómetro del poblado estrellaron el vehículo que tripulaban. Ahí se registró un tiroteo.
Según testigos, minutos después arribó al sitio, fronterizo con Nuevo México, un grupo de militares que abrió fuego contra la banda que se había agazapado. Los soldados habrían herido a dos de los delincuentes, y detuvieron a los cinco. Los tres que resultaron ilesos fueron trasladados de inmediato a Ciudad Juárez, en tanto que a los lesionados los llevaron al cuartel que comparten la Policía Federal y el Ejército.
BUSCAN 'ESCARMIENTO' Cerca de 400 personas llegaron al lugar y rodearon la patrulla en la que iban los secuestradores. Su intención era lincharlos hasta la muerte, como un "escarmiento", según dijeron los pobladores. Una veintena de soldados rodeó la unidad oficial y ordenó a la gente que se retirara, lo cual enardeció más a la masa que insistía en que "se los entregaran".
Al sitio se llevaron galones de gasolina con los que pretendían incendiar la patrulla con los dos hombres heridos. Para ese momento, tres helicópteros con más soldados llegaron desde Juárez como refuerzo; sin embargo, los pobladores no les permitieron descender al plantar debajo camionetas para que no tocaran tierra, hasta que optaron por regresar.
Los soldados y las 400 personas permanecieron alrededor del vehículo unas tres horas; los primeros resguardándolos y los segundos para impedir que los heridos recibieran atención. "De aquí no nos movemos hasta que se mueran, así pase una semana", gritó uno de los participantes en la revuelta que fue vitoreado por el resto.
Alrededor de las 16:00 horas llegó por tierra un convoy de al menos 150 elementos de la Policía Federal, con la consigna de dispersar la aglomeración, aunque para ese momento ya se había confirmado la muerte de ambos plagiarios por lo que la gente accedió a retirarse.
El diputado local electo de ese distrito Alex LeBarón afirmó en Ciudad Juárez que las extorsiones y los secuestros son "una constante en esa región del noroeste del estado", lo cual ha devastado al comercio y a la comunidad.
El priista, quien formará parte de la 43 Legislatura del Congreso de Chihuahua a partir del 1 de octubre, aseguró que la violencia y que los habitantes busquen justicia con su propia mano es responsabilidad "del gobierno", lo cual debe motivar una reflexión a los políticos.
