Atentado. Un hombre llora la muerte de sus seres queridos, después de un atentado que dejó 23 muertos en Pakistán. AP
Al menos 23 personas murieron ayer por el estallido de dos bombas activadas con unas horas de diferencia en la ciudad paquistaní de Peshawar, en el Noroeste del país, subrayando el alcance de los milicianos a pesar de ofensivas militares sucesivas cerca de la frontera con Afganistán, dijo la Policía. El agente de policía Zahid Khan, explicó que una de las explosiones ocurrió en un mercado lleno de gente de la zona. Otras fuentes policiales dijeron, que un atacante suicida fue el responsable.
La Policía dijo, que el blanco eran al parecer funcionarios que vigilaban una manifestación de miembros de un partido político contra los recortes de electricidad en la ciudad. Entre los 22 muertos y más de 30 heridos de esa bomba había policías y manifestantes, dijo el jefe policial Liaqat Ali Kan.
Horas antes, una bomba estalló frente a una escuela dirigida por una fundación de asistencia social de la Policía en Peshawar, matando a un niño e hiriendo a otras 10 personas. Los talibanes y milicianos de al-Qaida que enfrentan a las fuerzas de seguridad del país son sospechosos de haber provocado los ataques.También el lunes, presuntos rebeldes del Talibán en el Noroeste de Pakistán, detonaron dos bombas que destruyeron sendos camiones cargados de petróleo en un camino vital para el abastecimiento de las fuerzas de la OTAN y de Estados Unidos en Afganistán, dijo un funcionario.
Iqbal Kahan, un funcionario local, dijo que las explosiones ocurrieron en el área de Takhta Beg en la región tribal de Khyber.
No hubo heridos, pero el subsecuente incendio alcanzó también a un camión con plataforma de carga y tiendas cercanas.
Los delincuentes y también supuestos talibanes atacan con frecuencia a vehículos en ese camino de aprovisionamiento, que pasa por el conocido Paso de Khyber para llegar a Afganistán.
