La ejecución de 72 migrantes centroamericanos en Tamaulipas refleja “la corrupción de las autoridades en todos los niveles y una política insensible del estado mexicano”, señaló el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra.
Entrevistado desde la región del Istmo de Tehuantepec, el prelado aseguró que “estas muertes evidencian la corrupción tremenda que hay y la complicidad de las autoridades y de las corporaciones policiacas”.
Esos asesinatos, dijo, también evidencias una política de estado, insensible, por decir lo menos, hacia los secuestros masivos de migrantes que la iglesia católica de México ha denunciado desde hace años.
Los asesinatos de esas 72 personas, son una demostración del clima de inseguridad y violencia que vivimos en México donde no hay seguridad para nadie, pero muchísimo menos, mucho menos para los hermanos migrantes.
Solalinde es coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana en Zona sur-Pacífico, organización religiosa que ayuda a migrantes centroamericanos en Oaxaca.
El cura ha enfrentado amenazas tanto de autoridades locales como de miembros del crimen organizado en la zona, presuntamente relacionados con la trata de personas.