Frente. Diego Luna asegura que el rechazo de algunos grupos de estadounidenses a la ley SB 1070 permite ver otra cara de ese país. ARCHIVO
El director y actor mexicano Diego Luna señaló que el rechazo de algunos grupos de estadounidenses y de las comunidades latinas en Estados Unidos a la ley antiinmigrante de Arizona mostró "otra cara más esperanzadora" de ese país.
"Cuando sucede lo que sucede en Arizona nos permite ver otra cara de Estados Unidos, que da mucha esperanza por la forma en que reaccionó", dijo el también productor.
"Con ellos conectamos, tenemos algo que ver", dijo Luna sobre los grupos que rechazaron la Ley del Estado del Sur de la Unión Americana, que promueve duras sanciones contra la inmigración ilegal y habilita a la Policía a realizar chequeos de acuerdo a los rasgos faciales.
"Tendemos a etiquetar y a criticar... En Estados Unidos hay varias caras, varios rostros y hay todo un movimiento que quiere integrarse y conectarse con el mundo de otra manera", agregó.
"Historias (como la de la unión generada en contra de la ley) te dan esperanza y contrapeso", subrayó Diego Luna, quien presentó en Cannes su primer largometraje Abel y el cortometraje Revolución.
REVOLUCIÓN, FESTEJO Y REFLEXIÓN
Al margen del cine, el actor y director también opinó sobre el significado del centenario de la Revolución Mexicana que este año se celebra.
Luna instó al país a reflexionar sobre qué queda de los valores del movimiento de 1910: "Hay que detenerse a reflexionar básicamente qué somos y en dónde vivimos hoy en día, más allá de una celebración que dure un año y que sea festejar y festejar así en abstracto" .
"En la Revolución se murió 20% de la población de nuestro país. Hay que reflexionar en qué país vivimos hoy, de qué sirvió la Revolución, para qué y qué significa hoy en día", destacó.
"Odio la Navidad, y me da miedo que esto se convierta en una Navidad, en una celebración de ilusiones, leyendas y mitos. Hagamos un ejercicio realmente de introspección y terminemos confrontándonos con quienes somos".
"Por lo menos hay que balancear, no todo puede ser fiesta, juegos artificiales y borrachera...".
