"INVIERNO Y MENOPAUSIA"
Dios, qué mala combinación, todavía no es invierno y ya deseo que haga calor nuevamente, qué me pasa, el año pasado no fue así, aaaaah, menopausia, bienvenida éste es mi primer invierno como mujer menopáusica, me tapo, me cubro, me pongo calcetines, me echo encima un chal, un mameluco, otra cobija, mis guantes tejidos de lana rositas, otros calcetines y el jorongo, -y adivinen, la nariz helada-, y apenas comienza el frío...
No puede ser tan malo, siempre habrá una taza de un delicioso y humeante chocolate que caliente desde adentro nuestro cuerpo, además ahora venden calcetines acolchonados de vistosos colores y que visten dedo por dedo para evitar ser congelados y siempre habrá una mañana de domingo para quedarnos en cama hasta tarde tapaditas con un rico edredón y un cálido abrazo de nuestro compañero.
Por todo esto no pienso este invierno quejarme del frío ni de la piel reseca, ni del dolor de huesos, ni del temblor de dientes incontrolable, mucho menos de la nariz fría, siempre tendremos a la mano la solución y pronto volverá el calor.
*Quiero enviar un reconocimiento muy especial a la Sra. Ma. Elena Rodarte, que desde hace muchos años es una fiel seguidora de este artículo.
