"ALTERACIONES DEL CICLO MENSTRUAL"
Las sociedades evolucionan y parece que lo hacen rápido. Si antes una mujer tenía su primera regla (menarquia) a los 15 ó 17 años, hoy muchas niñas la tienen a los 12 e incluso nueve años, considerándose normal.
Salir de esos parámetros, es decir, no haber menstruado pasado los 18 años debe ser considerado una luz de alerta y debe llevar a la mujer a estudiar las razones por las cuales no se ha producido ese hecho trascendental en su vida.
El ciclo menstrual normal es aquel regular en el tiempo y que varía entre los 26 y 33 días; la repitencia del ciclo es denominado patrón y es propio en cada mujer. De ahí que a este suceso se le denomine regla.
Cuando, en cambio, se presenta una irregularidad o los períodos se hacen ya sea más cortos o más largos, se está en presencia de una alteración del ciclo que debe ser estudiada.
Se debe consultar a un especialista cuando no se menstrua en un período de dos meses o se menstruó dos veces en el mismo ciclo; también cuando las menstruaciones son más largas de lo normal o son marcadamente dolorosas.
Las causas para la alteración del ciclo pueden ser circunstanciales o responder a una tendencia. En las primeras se encuentran las denominadas no patológicas, es decir, aquellas vinculadas situaciones de estrés, viajes intercontinentales que implican cambio en el uso horario, cambios bruscos en el peso (tampoco asociado a patologías).
En las segundas se encuentran las derivadas de alteraciones en el sistema endocrino como la producción de prolactina en la hipófisis o de la hormona que libera la glándula suprarrenal. También está la alteración del ovario, como una endometriosis o la concurrencia de un cuadro complejo multifactorial conocido como Síndrome de Ovario Poliquístico.
Estos cuadros se pueden presentar durante toda la vida fértil de la mujer (15 a 45 años), aunque particularmente en la post adolescencia, o sea, pasado los 20 años. Muchas veces se pueden ver señas físicas de una alteración como una baja estatura, un aspecto físico algo masculino, presencia de mayor cantidad de vellos y acné.
Aún así, el diagnóstico se hace mediante una ecografía orientada a los ovarios, además de exámenes de sangre para determinar los niveles de hormonas involucradas en la ovulación y un estudio metabólico que apunta a definir el cuadro de resistencia insulínica (funcionamiento del páncreas).
Hay un rango de casos que no encuadran en ninguna de las patologías anteriores, lo que hace suponer que la alteración es de orden psicológico -causas circunstanciales- o, simplemente, que el cuadro corresponde a la forma de reglar (menstruar) de la mujer.
Una vez detectada la causa se procede con una terapia que va desde regular la respuesta insulínica hasta remedar el origen del proceso de control de ovulación con una estimulación hormonal.
SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO
El Síndrome de Ovario Poliquístico se presentan muchas causas asociadas a una multiplicidad de síntomas, pero que se pueden resumir en que se produce una falla múltiple donde la expresión final es la incapacidad del ovario para ovular.
"Hay una incapacidad de distintos órganos de producir las hormonas de manera adecuada".
El resultado de lo anterior es que los óvulos no maduran, no terminan su proceso y no logran salir hacia las trompas, atrofiándose dentro del ovario. Por ello, se forman "bolitas" de líquido que quedan en el ovario, pero que no se consideran quistes porque ellos son una lesión ocasional.
Con una terapia enfocada en regular la producción de hormonas se logra una respuesta adecuada, pero ésta se obtiene mientras se mantenga la terapia, como en el caso de la insulino-resistencia, que requiere de tratamiento de por vida.