Productividad. Imágenes de un centro comercial donde aficionados veían el partido de futbol.
MÉXICO, DF.- La suspensión de labores durante los juegos de la Selección Mexicana en esta primera ronda, ocasionaron pérdidas económicas a las empresas, las cuales han preferido sortear este problema a enfrentar grandes niveles de ausentismo.
De acuerdo con un estudio de Trabajando.com, una compañía en la cual laboren 200 personas, pudo perder hasta 51 mil 753 pesos durante los tres partidos, a consecuencia de la inactividad de los empleados.
Indicó que durante la primera fase, la gran mayoría de los partidos fueron en horario laboral, por lo que las personas paran sus funciones para ver jugar a su equipo.
Precisó que la mayoría de los trabajadores tienen permiso para presenciar el Mundial en horas de oficina, las cuales deberán reponer de distintas formas.
Según el informe, si se considera que el fervor de un partido dura cerca de dos horas, los mexicanos perdieron cuatro horas y media de su jornada laboral, lo que significó que sus empresas perdieron cerca de 17 mil 251 pesos por juego.
En el caso de Argentina, las compañías perdieron en la primera ronda 110 mil 240 pesos; Chile, 129 mil 090 y en España 231 mil 816 pesos.
A pesar de eso, las compañías creen que es más recomendable asumir el costo de esas horas de partido y luego ver la forma de recuperarlas, con el objetivo de prevenir un problema mayor como el ausentismo laboral.
Según una encuesta on-line llevada a cabo por LogMeln entre sus usuarios en España, Reino Unido, los Países Bajos y Francia, 43 por ciento de los empleados se ausentarán de la oficina para ver los partidos del Mundial que se celebrarán en horario de trabajo.
"El mejor escenario es que las empresas adopten medidas que permitan a los empleados ver los partidos de la Selección Mexicana, adaptar las oficinas para que se pueda ver el juego, cambiar los horarios de entrada o salida y tratar de negociar con los empleados la manera de recuperar el tiempo perdido".
El pasado martes, para evitar el ausentismo laboral ante el partido México-Uruguay que se juega en el Campeonato Mundial Sudáfrica 2010, algunas empresas optaron por permitir que sus empleados vean el partido en su lugar de trabajo.
Incluso, las compañías acondicionaron ciertas zonas para disfrutar el juego que comenzó en punto de las nueve de la mañana.
Los horarios de los partidos se han convertido en un problema para la mayoría de las empresas.
Cuestionan efectividad del Mundial
Expertos en economía cuestionaron el "mito" de que los campeonatos mundiales de futbol dinamicen la economía de las sedes y sostuvieron que apenas aportan "felicidad" a los hinchas.
Las cifras desvirtúan el mito del "gran negocio", afirmó Bernardo Acosta, en un artículo del reciente número de "Koyuntura", boletín económico de la privada Universidad San Francisco de Quito.
Acosta citó estudios de Rob Baade, profesor de economía en Lake Forest College y Víctor Matheson, que indican que en Estados Unidos 1994 "no hubo diferencia alguna" entre el crecimiento económico de las sedes y el resto de ciudades. En 2002, prosigue, las autoridades de Japón y Corea pronosticaron que el certamen generaría ingresos por 26 mil millones y nueve mil millones de dólares para cada país, de manera respectiva, pero no se produjo efecto alguno en el crecimiento de sus economías. En 2006, la Federación de futbol de Alemania proyectó que el Mundial generaría dos mil millones de dólares de beneficios adicionales. Pero un estudio del profesor Holger Preuss, de la Universidad de Mainz, halló que más de la mitad de los "turistas" que asistieron al evento eran de la propia Alemania y lo que gastaron en el Mundial lo hubieran utilizado en otros bienes y servicios.
Algunos reportes
⇒ Los turistas del Mundial de Alemania consumieron dos mil 800 millones de euros, cifra "casi insignificante en relación a lo que el Estado alemán gastó en la preparación" del evento.
⇒ En el caso de Sudáfrica, tres economistas especializados consultados por el Ministerio de Finanzas de ese país concluyeron que sería positivo que el evento no reduzca el crecimiento económico del país.