Recortes. Los municipios que podrían omitir el finiquito son Nombre de Dios, Santiago Papasquiaro, Vicente Guerrero y Poanas.
A unos días de concluir las administraciones en los 39 municipios del estado, el panorama no pinta del todo bien para sus empleados. En la mayoría de ellos no cuentan con el dinero suficiente para completar el finiquito que por ley les corresponde a los alcaldes, titulares de direcciones municipales, regidores, secretarios y tesoreros, entre otros.
Por ejemplo, en Nombre de Dios, el monto asciende a más de 400 mil pesos, según datos de Sergio José Luis Martínez González, presidente municipal.
"Funcionarios y servidores públicos del actual Ayuntamiento deberán recibir una compensación por sus tres años de servicio, lo que representa tres meses de sueldo más la parte proporcional del aguinaldo, pero hasta el momento no se cuenta con el recurso para ello", dijo.
En Santiago Papasquiaro la situación es similar; se les pagará el finiquito de acuerdo con la suma que hayan ahorrado, es decir de cada peso el Municipio les dará otro, según comentó con antelación el primer edil, Manuel Rivera Carrasco.
Algunos ayuntamientos ante la falta de recursos dejarán obras inconclusas.
Tal es el caso de Vicente Guerrero, donde el Rastro Regional quedará a medias por falta de presupuesto. El alcalde, Enrique García Solís, tiene que ingeniárselas para buscar completar los finiquitos. En general los alcaldes de los 39 municipios que integran esta entidad coinciden con la versión.
En años anteriores, los municipios que enfrentaron esta situación recurrieron a medidas inusuales, como en Topia y San Bernardo, donde se llegó a vender la maquinaria, a fin de poder obtener recursos extraordinarios para los finiquitos.
En algunos otros ayuntamientos donde no se cuenta con equipo valioso, a los empleados y funcionarios salientes se les entregan patentes de alcohol a manera de pago; sin embargo, no se les entregan a su nombre, sino a terceros, para evitar las críticas.
Antecedentes registrados señalan que en las presidencias municipales han preferido cambiar el nombre y no llamarlo finiquito, pues esta situación llega a molestar a la ciudadanía, y prefieren llamarlo "ahorro voluntario", que se entregará al final del trienio a los regidores y funcionarios, heredando de esta forma deudas a la siguiente administración.